Segundo empate sin goles del Deportivo a domicilio y tercera jornada consecutiva sin marcar que suman los blanquiazules. Solo llevan dos goles a favor -los mismos en contra-, que son los que anotaron en el estreno del campeonato Lucas, de penalti, y Pedro Mosquera ante el Eibar. Después llegaron las tablas en el Villamarín frente al Betis, la derrota en Riazor ante el Athletic (0-1) y la nueva igualada sin tantos en Mendizorroza. La clasificación no parece mala, con cinco puntos de doce posibles, pero existe ya cierta preocupación, instalada en la grada, por el escaso acierto anotador de los futbolistas deportivistas.

►Poca movilidad en las ayudas durante la salida del balón. Luis Rodríguez Vaz apuntaba ayer en su Pizarra que una de los aspectos negativos del equipo en Vitoria, sobre todo en la primera parte, era "la poca movilidad en las ayudas a la salida del balón". Algo parecido había sucedido ya en partidos anteriores, sobre todo en el de Riazor ante el Athletic, cuando los peloteros apenas se dejaron ver. En ese encuentro, como en el del pasado lunes, los futbolistas encargados de crear estuvieron desaparecidos, lo que obligó a sus compañeros de la defensa a jugar en largo, en busca de un Andone que tenía que pelearse con toda la zaga del equipo local. Tras el descanso, el Deportivo ya le dio un mejor trato a la pelota, pero con escasas oportunidades, nula efectividad en el remate y con ningún acierto.

►Del medio del campo hacía adelante apenas existe conexión. Mosquera y Borges tienen que mandar en la parcela central a base de presencia, apoyos y movimiento de balón, pero cuando lo consiguen no encuentran con quien enlazar. Juanfran y Luisinho, con sus coladas, fueron los futbolistas que más opciones dieron a sus compañeros, incluso más que los teóricos más ofensivos Bruno y Marlos. Estos estuvieron más activos en la segunda mitad, especialmente el colombiano. Claro que en su favor, como en el de todos, está el desgaste que tienen que realizar para apoyar en tareas defensivas.

►Escasas opciones de remate en el interior del área. En esa función también aparece Fayçal Fajr. El franco-marroquí con su continuo estilo diesel -no para de correr durante todo el partido- está jugando con mayor libertad. Gaizka le ha dado galones, se observa en que es el encargado de ejecutar todas las jugadas a balón parado, pero cuando tiene que participar en esa penúltima jugada no parece encontrar solución. Ni tan siquiera con su poderoso golpeo de balón desde el exterior. Es quizá por eso que el Deportivo, Andone en particular, se encuentra con escasas opciones de remate desde el interior del área. Las que le llegan es a base de centros desde las bandas y en la mayoría de las veces con los laterales como protagonistas.