Caras largas en Abegondo en el día después de la dura derrota del Deportivo ante el Leganés (1-2). Mucha amargura dentro del grupo por el desenlace de un partido que el equipo coruñés tenía perfectamente controlado pero que acabó perdiendo ante un rival directo por la salvación. Raúl Albentosa, el protagonista en la sala de prensa, reflejaba en su rostro lo mucho que dolió ese resultado negativo que deja al Dépor con cinco puntos en otras tantas jornadas antes de visitar mañana el Vicente Calderón. El conjunto de Gaizka Garitano ofreció dos caras opuestas el pasado jueves, mostrándose en la primera parte muy superior a su adversario y luego, tras los goles visitantes, hundiéndose víctima de la ansiedad. "Escucho división de opiniones, y las respeto siempre con educación, pero el equipo es el que es. Somos los que somos y la dirección deportiva ha hecho un buen trabajo fichando a lo que se ha fichado", argumentó Albentosa tratando de ajustar el listón de las expectativas, que pasan en primer lugar por cumplir con el objetivo de la salvación. "Yo no soy Donato, ni el otro es Bebeto. Aquí estamos los que estamos y somos los que somos, y lo que vamos a intentar es ir a muerte en todos los partidos. Eso en el grupo no va a faltar y de mi parte no va a faltar", prometió.

El valenciano es el primero en hacer autocrítica pero al mismo tiempo sugiere la necesidad de que haya paciencia y tranquilidad para dejar trabajar al equipo, que durante muchos minutos tuvo maniatado al Leganés. De momento, el Dépor conserva dos puntos de margen sobre los puestos de descenso tras este arranque de campeonato en el que, según Albentosa, el equipo coruñés lleva los puntos que se merece, "ni más ni menos". "Lo que pasa es que el Leganés en dos jugadas nos hizo dos goles y te vas para casa con la sensación de que has hecho todo mal. Lo bueno es que dentro de dos días volvemos a competir", señaló el defensa en referencia al próximo partido a domicilio frente al Atlético de Madrid.

Nerviosismo

Según él, al Deportivo le faltó veteranía y frialdad para no volverse loco cuando el Leganés le dio la vuelta al marcador: "Lo estábamos haciendo bastante bien y el público estaba animado porque estábamos encerrando al rival. En la segunda parte cuando nos meten el primer gol ya no se hace nada de lo que habíamos hablado. No sé qué nos pasó. Creo que nos pusimos demasiado nerviosos y tensos, cuando había que tener tranquilidad, pausa y ser veteranos. Cuando nos meten un gol, parece que se acaba el mundo. Tenemos que ser más templados", recalcó el zaguero.

Albentosa, poderoso en el juego aéreo, todavía no ha conseguido marcar en una acción a balón parado. Estuvo muy cerca de conseguirlo en Mendizorroza, donde mandó un balón al poste, y el jueves volvió a intentarlo sin suerte ante el Leganés. Estuvo muy vigilado y le llegaron a romper la camiseta dentro del área, una circunstancia que no quiere que sirva de excusa, pero que ve injusta. "No tiene nada que ver que mida 1,93. Por medir dos metros no te pueden tirar. Los últimos 25 o 30 minutos fueron horrorosos y hay que mirarse cada uno su ombligo, pero ojo con las otras cosas que te van mermando física y mentalmente. Llegué a casa muy decepcionado con mi actuación pero también con las otras cosas que trabajas durante la semana y no te dejan hacer", lamentó sobre esas acciones de estrategia con frecuencia abortadas por los colegiados.

"Fallos tenemos todos y nunca voy a pensar mal ni de los árbitros ni de nadie pero en cinco jornadas llevo ocho faltas y tres tarjetas, y no me sacaron la cuarta de milagro. No estoy buscando una excusa ni estoy llorando, estoy diciendo la realidad. Trabajamos durante la semana y esos pequeños detalles hacen que lo que yo ensayo para ayudar al equipo en ataque luego no lo puedo hacer -argumentó-. Si subo seis u ocho veces, ocho penaltis. Yo con el 1,93 lo hago en mi área, y es penalti y tarjeta, seguro. Igual que dicen que hay que cuidar a Cristiano y a Messi, vamos a cuidar también esas otras cosas, que también nos lo hemos ganado".