En estas dos semanas desde su fichaje por el Deportivo, a Ryan Babel le ha dado tiempo a familiarizarse con su nueva ciudad, con sus compañeros y a disputar sus primeros minutos con la camiseta blanquiazul. "Me di cuenta de que la ciudad es muy pequeña, fui a algunos restaurantes de marisco y comí bastante pulpo", confesó ayer sobre su aclimatación a A Coruña. Promete profundizar más para romper las barreras que le impiden una adaptación completa, pero asume que no podrá alcanzar su mejor nivel de forma de manera inminente después de su incorporación tardía. "Estoy mejor que cuando llegué, pero en realidad no estoy al cien por cien todavía", admitió. "Sé que no tengo tiempo, por eso en los minutos que me da el entrenador tengo que usar mi inteligencia y veteranía", añadió.

El holandés sostiene que la mejor manera de ponerse a la altura del resto de compañeros es jugar partidos, por eso agradece que Gaizka Garitano le diera minutos prácticamente desde su llegada. "Al principio me sorprendió porque pensé que iba a estar una semana más sin jugar, pero me sentí bien cuando contaron conmigo antes", recordó sobre su estreno contra el Leganés. Su meta ahora es seguir sumando minutos, sin pensar en que el parón pueda beneficiarle: "Al final la forma se coge jugando. Se puede entrenar lo máximo posible, pero los entrenamientos no son partidos".