Los goles, o la ausencia de ellos, lastran al Deportivo en este inicio de temporada. Ningún equipo ha marcado menos (3 tantos), pero ninguno ha tenido que enfrentarse tampoco al trauma de perder a su principal referencia ofensiva (y autor de una de esas dianas) con el campeonato ya iniciado. El entrenador, Gaizka Garitano, reconoce las carencias en ese apartado, aunque al mismo tiempo trata de repartir responsabilidades entre todos los jugadores para que el peso de marcar no recaiga exclusivamente en un recién llegado de 23 años que la temporada pasada rozó el pichichi en Segunda División.

Él asume que todas las miradas se dirijan a él después de la inversión efectuada por el club el pasado verano para incorporarlo desde el Córdoba y también tras la marcha de Lucas Pérez, pero se muestra tranquilo y confiado en espera de anotar su primer gol oficial con la camiseta deportivista. "Estoy feliz por estar aquí, muy contento por jugar, con la confianza del entrenador y compañeros, muy tranquilo, tengo 23 años, estoy en Primera, juego con la selección absoluta de Rumanía. ¿Por qué voy a estar preocupado?", se preguntó ayer Florin Andone tras el entrenamiento del equipo.

Las cifras goleadoras, sin embargo, sí preocupan a Garitano, que lamentó en varias ocasiones la falta de efectividad mostrada por sus jugadores en el arranque de la temporada. Es un problema al que no es ajeno y que trata de contrarrestar subrayando la cifra de oportunidades de la que disfrutan en cada partido.

El Deportivo es el quinto equipo de la categoría que más disparos contabiliza en estas seis primeras jornadas, casi diez por partido, pero al mismo tiempo es el que menor puntería registra. El porcentaje entre los tres palos es el menor de Primera División y eso termina por influir en los marcadores y los resultados.

Para Andone, sin embargo, todo se resume a una cuestión de matices. El delantero subrayó que, si no le hubieran anulado el gol ante el Athletic o entrara la ocasión que mandó al palo contra el Leganés, las sensaciones a su alrededor serían distintas. "Si el gol ante el Athletic no lo hubieran anulado, si no le hubiera dado al larguero ante el Leganés y llevara dos o tres goles, nadie diría nada, pero ahora se dice que si los nervios, que si lo otro, y yo estoy tranquilo, feliz, cien por cien genial", subrayó en su comparecencia de ayer en la ciudad deportiva de Abegondo.

Los goles, aseguró, llegarán. Lo harán, insistió, porque los 21 que marcó con el Córdoba el curso pasado fueron su carta de presentación para ir a la Eurocopa y fichar más tarde por el Deportivo. "Siempre he hecho goles y los voy a hacer, seguro. No estoy preocupado", subrayó el delantero sobre su responsabilidad anotadora.