Después de cinco jornadas sin vencer ya empiezan las urgencias para el Deportivo, obligado a ganar esta noche a un rival directo como el Sporting de Gijón para no hundirse en la zona baja de la tabla. Más allá de las sensaciones que transmita el equipo, de lo que se trata hoy es de sacar el partido adelante. Como sea. Porque la competición no ha hecho más que empezar, pero no espera por nadie. Tampoco por el Dépor pese a los méritos, bastantes, que hizo en las primeras seis jornadas. Solo ha arañado cinco puntos, un registro muy pobre que dispara su necesidad de romper la mala racha histórica ante el conjunto asturiano. Diez partidos ligueros acumula el Deportivo sin derrotar a los rojiblancos, razón de más para cerrar de una vez por todas esa estadística tan negativa en los duelos particulares más recientes. Luego llegará el parón, y después un empinado calendario con Barça, Celta y Valencia en el horizonte, lo que le da todavía más trascendencia al partido de hoy.

Ganar es el único alivio posible para el conjunto de Gaizka Garitano, que tiene las bajas de Joselu, Carles Gil y Fayçal, este último por sanción. Recupera a Sidnei Rechel tras perderse por lesión los últimos tres encuentros. Un refuerzo de lujo, aunque donde más problemas está teniendo el Dépor es arriba pese a la inspiración de Çolak. Por algo es el equipo menos goleador de Primera, con solo tres tantos a favor, dos de ellos los anotados por Mosquera y Lucas en la jornada inaugural. Desde aquella remontada ante el Eibar (2-1) el Deportivo no ha vuelto a ganar. Mucho tiempo sin una alegría con la que amortiguar el impacto de la salida de Lucas y la posterior lesión de Joselu.

El Sporting también afronta el encuentro con la necesidad de puntuar después de tres derrotas seguidas. Con la bajas del lesionado Nacho Cases y del sancionado Lora, y la duda de Amorebieta -quien ayer sufrió un fuerte golpe en la cadera producto de un choque con su compañero Douglas- el equipo asturiano tratará de hurgar en la herida del Dépor. Abelardo planteará un partido práctico, como el que le permitió llevarse los tres puntos de Riazor la pasada temporada (2-3), con cinco goles en una alocada primera parte. Hoy será clave para el Deportivo saber manejar la ansiedad. Le urge vencer y esas ganas no se pueden transformar en desorden. Es la principal preocupación de Garitano, que confiará en el mismo equipo que presentó hace dos jornadas frente al Leganés con la única novedad de Sidnei.