Pocos equipos son capaces de salir vivos de un estadio como el Camp Nou, casi siempre un matadero hasta para los más grandes de Europa. La dificultad de enfrentarse al Barcelona siempre es máxima, especialmente en su feudo, escenario de muy pocas sorpresas. Empatar allí, como hizo el Deportivo en las dos últimas campañas, tiene un mérito tremendo; y ganar alcanza la categoría de gesta. La consiguió esta temporada un recién ascendido como el Alavés, que venció 1-2 para endosar al Barça su primera derrota liguera. El coruñés Raúl García, uno de los actuales pilares del conjunto vitoriano, festejó por todo lo alto aquel histórico resultado. "Siempre que vas a esos campos sabes que son partidos totalmente diferentes a los habituales contra equipos de tu misma liga. Renuncias un poco más a la pelota y te centras más en cerrar espacios y en encerrarte un poquito para que no te hagan daño. Intentas salir a la contra y estar un poco mas arropado", relata el exdeportivista.

El éxito no solo depende en exclusiva de las cuestiones futbolísticas sino que en ese tipo de partidos cobra gran trascendencia otro factor, el psicológico: "La mentalidad es muy importante. Tienes que creer que puedes sacar algo. Como ya des el partido por perdido, no tienes nada que hacer". Así ganó el Alavés en el Camp Nou el pasado 10 de septiembre, hace menos de un mes. Rentabilizó al máximo las escasas ocasiones que generó y realizó un gran derroche físico para tratar de contener los continuos ataques azulgranas. Aun así, aunque se logre rozar la perfección, a la vez es necesario que el Barça "no tenga su día en cuanto a la finalización, porque algunas ocasiones siempre van a tener". "Tienen que darse bastantes circunstancias para llevarte un partido contra el Barça, y más en el Camp Nou. Hay que hacer un trabajo defensivo enorme y mantener la concentración al 100% todo el tiempo", relata el lateral zurdo, que este verano estuvo en la agenda del Dépor para volver a Riazor.

Mauricio Pellegrino, el entrenador del Alavés, situó a Raúl como central izquierdo para jugar ante el Barcelona con línea de cinco atrás, un candado que dio muy buen resultado. El objetivo de ese 5-4-1 por el que el argentino se decantó en el Camp Nou fue el de "tapar espacios". "Ellos meten mucha gente en el medio. Los extremos del Barça se meten casi como interiores y los laterales son extremos prácticamente todo el partido. Al acumular tanta gente en el medio para buscar el pase interior, optamos por jugar con defensa de cinco para tapar esos espacios", argumenta Raúl, que resalta la "calidad individual y el talento innato" de los culés.

Ante un rival tan preciso y rápido a la hora de mover el balón es obligatorio "mantener las líneas muy juntas y hacer coberturas todo el partido". "Muchas veces llegas tarde a la presión porque ellos mueven el balón muy rápido. Su juego lo tienen muy asimilado mentalmente y casi lo hacen de memoria. Siempre intentan entrar desde segunda línea, los laterales haciendo desmarques en diagonal y los extremos por dentro con paredes. Para taparles hay que hacer muchas coberturas", recalca.

Casi todos los equipos que visitan el estadio catalán se pasan la mayor parte del tiempo defendiendo en su campo, por lo que en ataque es obligatorio "aprovechar las oportunidades". "Tuvimos pocas ocasiones, pero hubo bastante acierto. En esos partidos tienes una o dos, como mucho. Las que tengas, tienes que meterlas", resume el excanterano del Dépor. Deyverson e Ibai Gómez, uno en cada parte, marcaron los goles de la victoria del Alavés ante el vigente campeón.

Gaizka Garitano aprovechará desde hoy los días previos al parón de Liga para empezar a preparar con tiempo el partido contra el Barça, aunque no será hasta la próxima semana cuando definirá el esquema que presentará en el Camp Nou, una vez que vuelvan a Abegondo los internacionales que están con sus selecciones: Fayçal Fajr (Marruecos), Celso Borges (Costa Rica) y Florin Andone (Rumanía). El técnico vasco maneja desde su llegada al Deportivo dos sistemas tipo diferentes, uno con línea de cuatro atrás y otro con tres centrales y dos carrileros. Dos dibujos distintos a los que el equipo se ha sabido amoldar, incluso cambiando sobre la marcha en un mismo encuentro. Gaizka elegirá el que crea más conveniente para un partido singular, diferente a casi todos los demás, el del sábado de la próxima semana en el Camp Nou.