Todavía con la euforia en el cuerpo del tanto que supuso la victoria ante el Sporting en el último suspiro, Gaizka Garitano advirtió de que a Ryan Babel le esperaba una semana de trabajo extra aprovechando el paréntesis en la competición. El entrenador deportivista adelantó que el delantero holandés, protagonista en el triunfo frente al conjunto asturiano por ese gol en el descuento, tendría que aprovechar para ponerse a punto físicamente. "Le va a venir bien", aseguró aún con los ecos de un resultado que supuso una inyección de moral en el ánimo de la plantilla.

Lo fue si cabe más para el propio Babel, incorporado desde el paro como recurso de urgencia para sustituir al lesionado Joselu y que se reivindicó después de un peregrinaje discreto por las ligas de Turquía y Emiratos Árabes. El delantero, sin embargo, acusa todavía los inconvenientes de no haber realizado pretemporada y de aterrizar en A Coruña procedente del paro. Estos días, apura su puesta a punto.

El holandés se somete a jornadas dobles de entrenamiento para afinar su estado físico y estar en condiciones de ser una alternativa real para Garitano en las alineaciones y no un recurso de urgencia como hasta ahora. El propio entrenador deportivista admitió que debían ser precavidos con Babel y dosificar sus minutos, a pesar de que le gustaría darle más oportunidades.

El propio futbolista comparte la visión del técnico, incluso teniendo en cuenta su evolución en las últimas semanas. "Si las cosas van bien, normalmente vas más rápido, pero tenemos que tener cuidado de no ir demasiado rápido y caer lesionados", apuntó después de la victoria ante el Sporting. "Creo que en los dos últimos partidos, especialmente en el último, dimos un paso hacia delante y por supuesto que mi meta personal es llegar al siguiente", añadió sobre la posibilidad de participar en un partido desde el inicio o jugar los 90 minutos al completo.

Babel trabaja esta semana con vistas a ese estreno en el equipo titular y para ello soporta una carga de trabajo mayor que la del resto de sus compañeros. Mientras para la gran mayoría de la plantilla esta semana ha sido menos exigente, él ha trabajado en dobles sesiones y a un ritmo mayor. Ayer, en el partido de entrenamiento previsto ante el Fabril, fue de los pocos que lo disputó al completo.

El holandés jugó la media hora de cada parte dentro de su particular plan de pretemporada. Solo los futbolistas con menos minutos en este primer tramo del campeonato disputaron un tiempo parecido ese ensayo ante el filial.

La expectación despertada alrededor del holandés a raíz del gol ante el Sporting y de sus breves pero ilusionantes apariciones lo convierten en el mayor atractivo para los deportivistas en los próximos partidos. Hay interés por ver qué nivel alcanza un jugador llamado en su día a destacar en las grandes competiciones y que sin embargo se fue diluyendo hasta prácticamente desaparecer del panorama futbolístico.

Pocos sabían incluso que se encontraba en el paro, a la espera de una oportunidad como la que le ha proporcionado el Deportivo hasta el próximo 31 de diciembre. Su continuidad también está ahora sobre la mesa, sin que ni el propio futbolista ni el club sean rotundos a la hora de pronunciarse sobre una ampliación de contrato. Lo urgente para el holandés es alcanzar un estado de forma que le garantice pelear en igualdad de condiciones con sus compañeros.