Germán Lux (Carcarañá, 1982) afronta su sexta temporada en el Deportivo convertido en uno de los capitanes y con la titularidad intacta después de las incorporaciones de Tyton y Rubén. La victoria ante el Sporting el sábado pasado contribuyó a aligerar el peso de unos resultados previos discretos y a elevar el espíritu del equipo en vísperas de un tramo del calendario exigente. La primera parada será el Camp Nou, pero también aguarda el Celta en Balaídos para terminar de calibrar las posibilidades de un grupo sobre el que el portero argentino se muestra muy esperanzado.

-¿Se ve con más tranquilidad lo que viene después de una victoria como la del Sporting?

-Siempre que uno consigue una victoria y llega el parón, la semana es un poco más tranquila. También lo necesitábamos por cómo veníamos; no tanto por las sensaciones, porque eran bastante buenas, pero en puntos no tanto.

-Nadie quería hablar de una final, pero por cómo se celebró lo parecía?

-No había que dramatizar tanto, estábamos en la jornada siete. Hablar de finales es muy aventurado. Sí sabíamos que era un partido muy importante y que, sobre todo, íbamos a jugar en casa. Hace ya un par de años que al equipo le cuesta ganar en Riazor y sacar puntos, a pesar de que tenemos a nuestra gente. Se nos está haciendo muy difícil Riazor y es lo que queremos cambiar, queremos que la gente que nos va a ver siempre, que es mucha, pueda volverse a casa con una alegría. Además es fundamental para sacar puntos y salir de la zona de abajo.

-Y ahora espera el Barcelona...

-Ahora vienen dos partidos difíciles, Barcelona obviamente por lo que representa, y pasado el Camp Nou a pensar en el derbi y en todo lo que significa para la gente.

-¿Ya tienen la mente puesta en el primer derbi?

-Nosotros no, pero la gente sí. La gente ya está pensando un poco más en lo que es el derbi, pero nosotros trabajamos ahora pensando en hacer bien las cosas en el Camp Nou.

-¿Siendo portero intimida más pensar en Neymar, Suárez y Messi?

-Son un gran equipo y, si le falta alguno de esos jugadores, también son un gran equipo. Obviamente que si están todos son casi imbatibles, muy difíciles de superar, pero vamos pensando en disfrutar de un partido hermoso que nos regala el fútbol y de jugar en un campo como ese y contra esos jugadores. Trataremos de hacer nuestro plan, porque para cada partido tenemos uno, y llevarlo a cabo.

-El del año pasado funcionó muy bien, ¿es esa la manera de sorprender al Barcelona, esperando replegados con un par de jugadores descolgados?

-No, porque era otro entrenador. Ahora seguramente el míster nos pedirá lo que él quiere para ese partido. Trataremos de hacerlo a la perfección porque sabemos que en esos campos hay que hacer todo muy bien.

-¿Compartía las dudas generadas alrededor del equipo antes de recibir al Sporting?

-Está bien que la gente y el aficionado dude un poco. Al equipo le faltaba hacer goles, pero esa no era una preocupación para nosotros. Creemos en el grupo que tenemos y, como ya dijo el míster (Gaizka Garitano), no solo los delanteros tienen que hacer goles, todos tenemos que aportar en esa faceta. Queremos además seguir siendo un equipo ordenado y equilibrado defensivamente.

-¿Falta también blindar la portería y que los pocos remates que conceden se traduzcan en menos goles?

-Yo veo a un equipo muy sólido. Tenemos que seguir en esa línea. No es fácil hacer goles, pero hay que rentabilizar al máximo los que estamos haciendo. Nuestro deber es dejar la portería a cero. No es fácil, pero sí estamos contentos con el trabajo que estamos haciendo defensivamente.

-¿La sombra de Lucas todavía es alargada?

-Sabemos lo que aportó Lucas la temporada pasada y no sabemos lo que iba a aportar Lucas esta temporada, esa es la realidad. Nos quedamos con que ayudó muchísimo al equipo y se merece estar donde está, hacer un traspaso tan importante y jugar otras competiciones de nivel. Se le echa de menos también por su personalidad y su forma de ser, pero estamos contentos porque tenemos un buen equipo y partido tras partido vamos a ir subiendo y escalando en la clasificación.

-Ya es su sexta temporada en el Deportivo, ¿se lo imaginaba cuando llegó?

-La verdad que no. Siempre pienso que los futbolistas somos viajeros y no sabemos dónde vamos a estar mañana, si bien yo no puedo decir nada más de lo feliz y lo contento que estoy en esta ciudad. La gente me aprecia, di mucho y doy mucho por esta camiseta, aposté por el club cuando bajamos y estoy disfrutando de poder jugar porque me siento bien físicamente, incluso mejor que el año pasado.

-Ahora es además capitán, ¿una responsabilidad más o ya era un papel más o menos que tenía asumido en el vestuario?

-Sinceramente no ha cambiado nada en mí. Me toca llevar el brazalete porque Álex y Laure no están jugando mucho, pero no cambió nada. Yo soy una persona que desde el primer momento siempre intenté ayudar, digo siempre las cosas a la cara y de eso se trata. Tengo también 34 años, una carrera y una experiencia, y por eso trato de construir y de ser positivo.

-¿Pesa más el brazalete pensando en lo que ocurrió el año pasado dentro de la plantilla?

-Todos nos equivocamos. Creo que desde el presidente hasta los jugadores nos equivocamos, algunos más y otros menos. Se trata de aprender y de no volver a hacerlo. También son cosas que pasan en el vestuario y que hay que tratar de saberlas llevar y de que queden ahí adentro.

-¿Ve su titularidad esta temporada más merecida, sin que medie una lesión de un compañero?

-Para nada. Si el año pasado jugué también fue porque me lo merecía, nunca nadie me ha regalado nada. Me ha tocado estar en los dos lados, jugar y no jugar, y siempre he sido el mismo. Soy el primero que llega a la ciudad deportiva y el último que se va, con eso me quedo.

-¿Le queda alguna espina clavada después de sacarse la que tenía de no jugar con continuidad desde que llegó a Europa?

-Sí, pero siempre me he puesto metas cortas. Lo único que quiero es seguir ayudando a mi equipo y jugar. La espina que tengo es volver a la selección, la tengo desde 2006 cuando no pude ir al Mundial, pero una cosa lleva a la otra, no es una obsesión. Sigo con lo que estoy haciendo, con lo que me hace feliz. Lo que realmente quiero es jugar en el Deportivo.

-¿Sería sacarse una espina o retomar un sueño?

-Bueno, me enseñaron a no rendirme nunca. La ilusión, la esperanza y los sueños siempre tienen que estar porque eso te mantiene enfocado hacia donde uno quiere ir. Hay que pensar las cosas que uno quiere tener y soñarlas. De momento estoy jugando de manera activa, por lo que todo es posible.