Luis Enrique todavía recuerda las dos últimas visitas del Deportivo al Camp Nou, de donde los blanquiazules regresaron con sendos empates a dos goles. Inmerecidos, según el entrenador del Barcelona. Reales y efectivos, cabría añadir. Y debe de estar preocupado el técnico blaugrana cuando se refiere a estos dos encuentros, aunque la razón no es el potencial del cuadro coruñés sino el hecho de retomar la competición después del parón para que jugasen las selecciones. Esos quince días de descanso que tuvieron los futbolistas coruñeses, periodo de tiempo del que los suyos no dispusieron, ya que la mayoría estuvo compitiendo con su país. Por aquí solo fueron tres, y dos de ellos, Andone y Fayçal, no van a estar en el once (inicialmente) y de hecho uno, el marroquí, no viajó a Barcelona.

Tiene pinta de que Gaizka Garitano va a tratar de buscar la velocidad de sus futbolistas para sorprender a la contra. Si se confirma que Marlos Moreno será el jugador más ofensivo, en detrimento de un Andone que apenas tuvo tiempo para ejercitarse con sus compañeros debido a sus compromisos con Rumanía, está claro lo que quiere el entrenador deportivista. Jugada directa o enlace con Çolak para tratar de ganar las espalda de los zagueros blaugranas, quizá la línea más debilitada en este partido y en la que aparece un único titular: Gerard Piqué. Los otros son los recambios de Luis Enrique.

Especialmente debilitada quedará la banda derecha de la defensa local, con un Aleix Vidal caído en desgracia y que lleva seis jornadas fuera de las convocatorias; también en el centro, donde Mathieu nunca dio la sensación de seguridad que el Barcelona busca con su fichaje. Son puntos flacos que tiene que aprovechar el Deportivo para intentar sorprender por tercera temporada consecutiva. Parece que los blanquiazules están convencidos de que en esta oportunidad será más que difícil mantener la portería a cero, debido al tremendo potencial ofensivo del Barça, por eso necesitan llegar, asustar y sorprender a Ter Stegen. Y a ser posible que en más de una ocasión, porque raro es que el cuadro local solo anote un gol. Está más obligado que nunca. También a ganar, porque en el Camp Nou solo se impuso en uno de los tres partidos que disputó, ante el Betis (6-2), después perdió con el Alavés (1-2) y empató con el Atlético (1-1). Además, viene de sufrir un varapalo en Balaídos, donde cayó por 4-3. Por eso el Dépor busca hoy lo "increíble".