Luisinho evitó esta mañana lamentarse por la actuación arbitral de ayer en Barcelona y negó que el colegiado influyera en el marcador, a pesar de la agresión sin castigo de Luis Suárez a Arribas y del segundo gol azulgrana en fuera de juego. "No nos podemos quejar por ahí, el Barcelona nos ganó bien. No me voy a quejar por ahí", manifestó el defensa portugués.

El lateral admitió que la derrota deja tocados a los deportivos tras, tanto por el resultado como por la expulsión de Laure y la lesión de Sidnei, que ayer tuvo que quedarse en Barcelona acompañado de uno de los médicos de la plantilla a consecuencia del golpe en el tórax. El brasileño ya estuvo esta mañana en la ciudad deportiva, pero no se entrenó. En las próximas horas pasará pruebas médicas para saber si puede jugar el derbi del domingo que viene.