Llegamos al primer cuarto de liga con un derbi que se presenta como otro examen importante para el Dépor que después de varios bandazos en los ocho primeros partidos con un balance muy negativo en el aspecto ofensivo, somos el equipo que menos goles lleva en primera y el único que no ha marcado fuera de casa, vamos a Vigo para enfrentarnos a un equipo que tampoco está mucho mejor que nosotros pero que también querrá contentar a sus aficionados después de la dura derrota en Villarreal.

Para el equipo coruñés supondría una dosis de tranquilidad importante, sobre todo de cara a los socios en los que reina una preocupante incertidumbre sobre el futuro deportivo de este club, ya que todos nos habíamos hecho muchas ilusiones con la prontitud y la calidad que se le suponía a los fichajes realizados este verano pero hasta el momento no hemos visto lo que pueden dar o esperamos que den cada uno de ellos.

Un derbi es un partido distinto, dónde lo hecho anteriormente no cuenta para nada, de ello tendrá que tomar nota Garitano para dar un golpe encima de la mesa e intentar llevar la iniciativa sin dejar hacer su juego al Celta ejerciendo la presión más cerca de su área para que no lleguen con tanta facilidad a la zona de tres cuartos en ataque que es realmente donde nos están creando problemas los equipos contrarios por falta de presión e intensidad en esa zona.