Del Dépor de Lucas al Dépor de Çolak. Hay futbolistas que salen a un terreno de juego con la idea de cumplir su cometido, lo justo. Un par de cortes, un par de subidas por banda, un par de arrancadas, y por el resto, a guardar su parcela. Pero hay otros a los que les es imposible. Tienen tanto fútbol y necesitan expresarlo de una manera tan gráfica sobre un terreno de juego que acaban siendo el epicentro. Este Dépor es Çolak, lo que él quiera, lo que él pueda, lo que le dejen. Principio y fin, en la salud y en la enfermedad...

Ya no es sólo las opciones ofensivas que genera con el balón en los pies, es que sus compañeros con él sobre el césped viven mejor, están más tranquilos, les invita a desarrollar sus cualidades. Siempre será un apoyo, inventará algo o devolverá una pelota en mejores condiciones, en el punto justo. Pausa y tranquilidad en un Dépor voluntarioso pero raquítico, alocado y novel en ataque. Hay mucho trecho que recorrer pero el camino lo marca el turco. ¿El Dépor tiene o se puede permitir otro en estos momentos? Ahora mismo no, al menos hasta que vuelva Joselu. Y entonces ya se verá.

Como ocurría con Lucas Pérez o incluso con Culio, es un futbolista que marca a fuego a sus equipos. Ante el Valencia todo el fútbol del Dépor pasó por él, abrió el marcador y lo cerró propiciando el empate en un error que aún duele. Debes de un futbolista diferente e inexperto, al que merece la pena encomendarse y al que últimamente ya empiezan a perseguir los rivales frenándole con faltas continuas que cuentan con la permisividad de los árbitros. A pesar de todo y de sus imperfecciones, pocos aficionados le pondrían un pero al 8 tras su exhibición del lunes. Sí, está claro que ese perfil le encanta a la grada coruñesa. Pero lo ven jugar y luego se fijan en el resto con y sin él, y no hay color. Tiene a Riazor enamorado.

Su fútbol y su importancia en el juego del Dépor impiden olvidar su ausencia en Vigo. El peaje pagado por el equipo fue tal que Garitano tendrá que medir muchísimo a partir de ahora. Un castigo individual con esa repercusión en el colectivo obliga a utilizar una buena balanza para tomar las decisiones. Es fútbol ficción saber qué habría pasado con él en Balaídos o qué ocurrirá en un futuro si no se le controlaba a tiempo y obtenía carta blanca en cuestiones disciplinarias. Ojalá que Emre siga hablando a través de su fútbol y que Garitano confíe de una vez y de manera plena en él. Ha llegado al turco porque no le quedó otro remedio, su primer plan era otro. Condenados a entenderse y a cohabitar. Entrenador y líder de este equipo que necesita a todos y no le sobra nada.

El Dépor fue más que honesto ante el Valencia. La tabla aprieta, se entregó. No especuló, no se guardó nada, notable diferencia respecto al derbi. Es un detalle a alabar pero también lo destapa en toda su extensión. Vergüenzas y cualidades al aire. Al equipo coruñés le cuesta un mundo. Tiene potencial con el hipotético crecimiento de Marlos o Andone y a la espera de Carles Gil y Joselu, pero su realidad ahora mismo es que anda justo. Le falta pausa y claridad arriba, a pesar de Çolak, y no termina de hacer daño en la presión de la salida de balón. Y Mosquera está lejos de lo que fue y el doble pivote continúa en una especie de indefinición. Hay avances, no tantos como pasos por dar.

Tyton merece continuidad

Cambiar un portero no es una decisión menor. Envía un mensaje, toca los equilibrios de un grupo y muchas veces no suele haber vuelta atrás. Lux no es un cualquiera en el vestuario. Capitán, dio la cara y renovó cuando nadie lo hacía y ha pasado por todos los estados: de la titularidad prolongada a la profunda suplencia. Tyton merecía una oportunidad, la portería necesitaba un cambio. Al polaco no se le fichó para ser suplente y al argentino, por momentos, le cuesta dominar el área. Su estilo es otro. Tyton respondió, incluso más de lo esperado. Se le vio aún dubitativo en alguna salida por arriba, pero necesita tiempo y continuidad. Tuvo varios duelos a los pies de Rodrigo en los que salió victorioso. Dio puntos, no es poca cosa. Han cambiado cosas en el Dépor y más que necesitan hacerlo.