El Deportivo espantó ayer un gafe en Granada, el que arrastraba Andone desde que comenzó la temporada y que lo convirtió en el delantero de la Liga que más minutos ha disputado sin marcar un gol, pero no consigue desprenderse del relacionado con los árbitros. Otro error más condenó al conjunto de Gaizka Garitano, que terminó explotando después de reconocer la semana pasada que le preocupaba la deriva arbitral en la que se estaba instalando el equipo.

La lista de agravios se ha ido ampliando desde el cuestionable paso de Estrada Fernández por Riazor para recibir al Athletic y alcanzó su último capítulo ayer en el Nuevo Los Cármenes con el tanto anulado a Ryan Babel con 0-1 en el marcador, a pesar de que el equipo también se ha visto beneficiado en ocasiones, sin ir más lejos ayer por una posible mano de Mosquera en el área.

Ese gol mal anulado al holandés, sin embargo, ha terminado agotando la paciencia del técnico y la plantilla deportivistas, que tampoco ocultaron la pobre imagen ofrecida ayer en el estadio Nuevo Los Cármenes.

La mejoría apuntada ante el Valencia el lunes no encontró continuidad en un partido determinante para abandonar los puestos de cola de la clasificación en el que los deportivistas se mostraron planos y sin alternativas suficientes para decantar el marcador.

Lo único rescatable es el fin de la sequía goleadora de Florin Andone, que diez jornadas después consiguió estrenarse en partido oficial con la camiseta blanquiazul. Aunque había negado con insistencia que la falta de tantos le generase ansiedad y afectase a su juego, el delantero rumano terminó reconociendo ayer que se ha quitado un peso de encima. El gol le llega además con el regreso de Joselu a la vuelta de la esquina después de los avances del jugador de Silleda en las últimas semanas para su recuperación. De cómo logren compenetrarse en un ataque que parece reservado para ambos dados los problemas anotadores de los deportivistas, dependerá que al equipo deje de preocuparle el gafe que ayer les hizo alzar la voz en el Nuevo Los Cármenes.