El gol anulado el sábado a Ryan Babel en Granada por fuera de juego inexistente terminó por agotar la paciencia de los deportivistas, molestos por los arbitrajes desde que arrancara el campeonato. En la particular lista de agravios resuena la actuación de Estrada Fernández en Riazor contra el Athletic (perdonó la expulsión a Raúl García por la entrada que lesionó a Joselu y anuló un tanto legal a Andone) y la de Undiano Mallenco hace dos días en el Nuevo Los Cármenes, pero al mismo tiempo se mira con desconfianza a lo ocurrido en el Camp Nou (Sánchez Martínez no mostró la tarjeta roja a Luis Suárez por un puñetazo a Arribas y sí lo hizo cuando Laure le soltó el codo a Neymar) aunque su actuación no influyera en el resultado final.

"Yo no digo que los árbitros no nos tengan respeto, pero es coincidencia", protestó ayer Luisinho al regreso del equipo de Granada. "Ya han sido dos partidos que nos perjudican, nos anularon dos goles legales. Ante el Athletic nos costó una derrota y ante el Granada un empate. No queremos ser beneficiados, pero tampoco que nos quiten los goles que hacemos porque nos hacen falta", añadió.

El recuento de puntos es desfavorable para los deportivistas, que vislumbran ahora una situación en la tabla que no se imaginaban a comienzos de la competición. El objetivo de una temporada tranquila, sin agobios y más plácida que las dos anteriores se veía más cercana después del esfuerzo en los fichajes y la planificación veraniega, pero las expectativas están lejos de la realidad. "Queríamos estar más arriba en la clasificación", admitió Luisinho. "Somos conscientes de que hay partidos en que no lo hicimos bien, somos realistas, pero no creo que estemos tan mal. Estamos en la décima jornada, quedan muchos partidos por delante y hay que empezar a ganar partidos. Sabemos que va a ser una Liga bastante dura para nosotros", adelantó.

El portugués reconoció que necesitan reaccionar para abandonar los puestos comprometidos de la clasificación, pero subrayó que para eso será necesaria la participación de todo el equipo. "Tenemos experiencia, la plantilla es bastante equilibrada y no tenemos necesidad de pasar lo que estamos pasando, pero las cosas no están saliendo, es verdad", admitió. "Somos realistas, somos conscientes de eso y hay que espabilar todo el mundo, no uno ni dos, hay que espabilar todo el mundo. Sabemos que es una liga dura y competitiva y hay que estar preparados para eso", destacó.

De lo que quieren olvidarse es de capítulos como el del sábado en Granada y de decisiones que puedan perjudicarles como ha sido hasta la fecha. "Te quitan un gol limpio y no es como otra jugada, una falta o así. Es un gol y te da puntos. Esos puntos nos hacen falta. Además es un gol bastante claro, todo el mundo ve que no es fuera de juego y así se hacen las cosas complicadas", lamentó ayer el lateral portugués sobre el tanto anulado a Ryan Babel con ventaja en el marcador para los deportivistas.

Luisinho evitó hablar de mala intención por parte de los colegiados, pero se mostró favorable de que este tipo de errores tengan consecuencias. "Cuando las imágenes están ahí, los árbitros tienen que ser sancionados como somos los jugadores", defendió. De hecho, Undiano Mallenco ya había arbitrado esta temporada al Deportivo. Fue ante el Leganés en otra actuación discutida que después tendría más eco cuando dirigió el encuentro que enfrentó al Valencia con el Barcelona en Mestalla. "Se equivocó, todo el mundo lo vio, pero no creo que haya mala fe", puntualizó el lateral izquierdo deportivista sobre la actuación del colegiado navarro.