Lucas Pérez vuelve a casa para avanzar en la recuperación de la lesión de tobillo que sufrió el pasado 25 de octubre en el partido de la Copa de la Liga frente al Reading. Con motivo del parón liguero, el de Monelos aprovechará para continuar con su puesta a punto en su ciudad, rodeado de su familia y amigos. El delantero del Arsenal tiene previsto llegar hoy a A Coruña, donde en los próximos días tendrá la oportunidad de saludar a los que hasta hace un par de meses fueron sus compañeros en el Dépor. "De acuerdo con los planes de los servicios médicos del club inglés, en comunicación con los servicios médicos del Deportivo, el delantero coruñés utilizará las instalaciones deportivistas durante los próximos días", informó el Dépor a través de su página web oficial.

El ariete cayó lesionado el pasado 25 de octubre, en el encuentro de la cuarta ronda de Copa de la Liga frente al Reading, a consecuencia de una dura entrada de Danzell Gravenberch, por la que tuvo que pedir el cambio en el minuto 72. Le diagnosticaron rotura de los ligamentos del tobillo izquierdo, lesión que necesita de seis semanas, como mínimo, para recuperarse. El parón liguero permite a Lucas desplazarse a A Coruña para continuar con su plan individualizado en las instalaciones del Deportivo. El delantero pretende que esta terapia casera le ayude a regresar a los terrenos de juego antes de que acabe el año.

En su primera temporada en el Arsenal Lucas ha participado en seis encuentros oficiales: tres de la Premier (87 minutos), dos de la Copa de la Liga (162 minutos y dos goles) y uno de la Champions (28 minutos). Sus dos primeros tantos como gunner los anotó en la eliminatoria copera frente al Nottingham Forest, al firmar un doblete en la contundente goleada de su equipo (4-0). En la máxima competición continental debutó el pasado 19 de octubre, en el campo del Ludogorest, donde sustituyó a Theo Walcott a falta de 28 minutos para la conclusión.

El Arsenal pagó por él los 20 millones de euros de su cláusula de rescisión después de brillar en el Deportivo, al que ayudó a salvarse en las dos temporadas que vistió de blanquiazul. En la primera, la 2014-15, una lesión de rodilla lo mantuvo parado durante casi media campaña. Aun así anotó seis tantos, incluido el golazo en el Camp Nou que dio vida al Dépor en el encuentro de la última jornada que valió la permanencia (2-2). En el siguiente curso, el 2015-16, multiplicó su aportación anotadora con nada más y nada menos que 17 dianas. Esta campaña, antes de firmar por el Arsenal, se despidió de Riazor provocando y transformando un penalti frente al Eibar en la jornada inaugural (2-1).