Era imposible imaginar un comienzo mejor que el de ayer. Pero tampoco un final tan cruel. Un gol en el primer minuto daba esperanzas al deportivismo, que ansiaba una victoria. De nuevo los errores arbitrales condenaron a los coruñeses, que se hundieron en los últimos minutos para beneficio de un Sevilla que culminó su remontada con el tiempo cumplido.

El Dépor lograba adelantarse cuando el reloj aún contaba segundos. Apareció Ryan Babel para reclamar su sitio en su segundo partido como titular y, justo antes del descanso, un Florín Andone que empieza a reconciliarse con el gol. En el momento justo.

Hasta Gaizka Garitano reconoció en múltiples ocasiones que su grupo tiene problemas en ataque. Con el adiós de Lucas, la lesión de Joselu y la falta de gol de Andone, al conjunto coruñés no le quedaba más que sufrir. Pero ayer llegó el momento de cambiar el chip y brillar arriba. En la primera mitad, el Dépor fue capaz de meter miedo al Sevilla y de combinar de una manera que solo podría acabar en gol. Es lo que ocurrió con el 1-0. Un Juanfran que no deja de superarse corrió por la banda derecha y centró para colocar el balón en la cabeza de un Babel que anotó su primer tanto como deportivista. Su manera de pedir una ampliación de contrato, ya que finaliza el 31 de diciembre.

Verse por delante en el marcador ayudó a los blanquiazules a jugar con cabeza. La defensa volvió a ser un muro por momentos y Tyton se llevó una gran ovación al despejar un balón de Sarabia que iba directo a la red. El segundo gol del Dépor fue pura magia. Andone confesó sentirse "más aliviado" por haber marcado su primer tanto en Granada. Aquel fue diferente al de ayer. Ante su afición, el rumano se gustó, regateó y superó a Sergio Rico. Se lo guisó y se lo comió. Él solito. Le hacia falta una actuación así. Basta con ver su celebración. Recorrió medio campo hasta fundirse en un abrazo con Garitano.

El delantero deportivista estuvo a punto de hacer doblete. Entró en el área y Mercado lo derribó provocando un penalti que Mateu Lahoz obvió. Un gol que pudo haber sentenciado un choque que seguía abierto por el 2-1 que colocó N'Zonzi antes del descanso y que se volvió loco en los últimos minutos, algo que dejó sin premio a los coruñeses. El árbitro tenía que haber enseñado roja a Vietto y, otra vez, el perjudicado es el Dépor. La sensación de impotencia creció y, por si el empate fuera poco castigo, Mercado hizo el 2-3 en posición dudosa en una acción a balón parado.