Da igual la hora a la que LaLiga cite al deportivismo que este no falla. Ayer se estrenó el horario de los chinos en Riazor y la afición volvió a responder, aunque seguro que lo haría en mayor número si el partido se disputase a otra hora por la tarde. Las quejas de los seguidores blanquiazules contra Tebas son constantes por el perjuicio que les causan los horarios que le marcan a los deportivistas. Ayer, además de las quejas habituales por este asunto, la Federación de Peñas convocó a una cita ante la Torre de Maratón para protestar contra el Comité Antiviolencia por las continuas propuestas de multa al club. La presencia de la pancarta de los Riazor Blues en la grada de Maratón no gusta a este organismo. Ayer centenares de seguidores, entre los que había numerosos sevillistas, mostraron antes del partido su apoyo a los integrantes de la joven agrupación blanquiazul.

A mediodía ya había ambiente en las calles más cercanas al estadio, incluso antes pues las aficiones de los dos equipos quisieron dar un caluroso recibimiento a los suyos y allí estuvieron ante la puerta cero cuando llegaron ambos autobuses. Incluso en los bares de la zona la gente se agolpaba para desayunar, tomar el aperitivo o incluso comer. Hasta las tres de la tarde había que estar en Riazor. Camisetas, bufandas y banderas de las dos escuadras compartían meses y taburetes. Deportivistas y sevillistas fueron de la mano como sucede desde hace años. Tanto que incluso en las redes sociales algunos hinchas del equipo andaluz reconocían que Mateu Lahoz había perjudicado al Deportivo al no señalar el claro penalti a Andone.

Una hora antes de que comenzase el encuentro las Peñas se concentraron para protestar contra Antiviolencia y también lo hicieron los integrantes de los Blues y de los Biris -peña del Sevilla- para rendir un tributo a Jimmy, el seguidor blanquiazul asesinado en la ribera del Manzanares el 30 de noviembre de 2014. Al pie de la Torre de Maratón se oyó el "Jimmy vive" que se escucha en cada partido, además de criticar a la Comisión Antiviolencia por el acoso al que está sometiendo al club, para el que solicitó multas por importe de 150.000 euros. Y esperan que esta semana llegue otra nueva porque los Riazor Blues volvieron a exhibir su pancarta y además mostraron un tifo en el que se podía leer: RIAZOR BLUES / Desde 1987 a túa sombra. Además, durante el partido no faltaron los habituales gritos de "¡Tebas vete ya!".

El presidente de LaLiga no fue el único al que se recordó en Riazor, también Mateu Lahoz logró sus minutos de protagonismo, que parece perseguirle allá donde arbitra -o quizá lo busca-. "Hasta los huevos, estamos hasta los huevos" gritó todo Riazor como muestra de protesta por el trato que el equipo está recibiendo de los árbitros. Ayer el valenciano no pitó un clarísimo penalti de Mercado a Andone (2-1, en el marcador), que podría haber colocado al cuadro local con una ventaja de dos goles de nuevo y, además, tendría que haber provocado la expulsión del defensa sevillista que, al final, fue el autor del gol de la victoria del cuadro hispalense en el tiempo añadido.

Lo que empezó como una jornada festiva, a pesar del aviso de temporal, entre dos aficiones hermanas acabó con decepción y enfado del deportivismo, con el árbitro y también con el entrenador blanquiazul. Aún reconociendo la inmensa superioridad de los visitantes, cuesta digerir una derrota cuando el Deportivo estaba ganando a falta de cuatro minutos para el final. Con todo, seguidores de ambos equipos siguieron compartiendo espacio en las carpas habilitadas por la Federación de Peñas para comer pulpo, churrasco y otros platos. A pesar de la lluvia y el fuerte viento, la zona de Almirante Cadarso estuvo bastante concurrida hasta media tarde.

Algo más de un millar de seguidores que compartieron jornada tanto dentro -los sevillistas ocuparon en su mayoría la grada destinada para la afición visitante- como fuera del campo. Prueba de buena convivencia, de respeto mutuo y muestra de que un partido de fútbol puede dar para mucho más que para presenciar simplemente un espectáculo deportivo. Deportivistas y sevillistas fueron un ejemplo, aunque Antiviolencia se empeñe en asegurar lo contrario. Las protestas seguirán, la pancarta también y las multa igualmente.