Los futbolistas del Deportivo empezaron ayer a preparar la visita del sábado a Málaga centrados más que nunca en la mejora, tanto individual como colectiva, para aislarse de todas aquellas cuestiones que no están bajo su control. Nada pueden hacer ellos para que los arbitrajes se normalicen después de un arranque de temporada en el que los errores de los colegiados han penalizado muchísimo, especialmente en las últimas dos jornadas, en las que se esfumaron cinco puntos por decisivos fallos de Undiano Mallenco, en Granada, y de Mateu Lahoz, el pasado fin de semana frente al Sevilla. El cuerpo técnico, encabezado por Gaizka Garitano, se reunió ayer con la plantilla durante media hora antes de salir al césped. Los mensajes que se lanzaron en esa puesta en común, según explicó luego Raúl Albentosa, fueron todos "positivos". "Hay que seguir adelante, levantar la cabeza, ser positivos e ir todos juntos. Si no vamos todos juntos, no podemos hacer nada, y en ese aspecto hasta ahora el equipo está unido", garantizó el central, que opta por "no decir nada más del tema de los árbitros".

Se sigue hablando mucho de ese polémico asunto y el pasado domingo fue el presidente del Deportivo, Tino Fernández, el que se quejó de los "arbitrajes de mierda" que había sufrido hasta ahora el equipo coruñés, unas palabras que Albentosa prefiere no comentar. "No sé si será bueno o malo. Él ha dado su opinión y eso queda ahí, yo ni entro ni salgo. El club ha hecho lo que ha tenido que hacer y yo ni entro ni salgo", insistió el valenciano, metido en una especie burbuja para aislarse de todo aquello que pueda distraer su atención de lo único verdaderamente importante, que es preparar lo mejor posible el encuentro del sábado en La Rosaleda.

Exigencia máxima

En su caso particular, Albentosa trata de "evitar escuchar" cualquier tipo de "comentario, positivo o negativo". "Intento evadirme de todo y mentalizarme en lo que tengo que mentalizarme. Como he dicho, no voy a hablar más de los árbitros porque voy a verme a mí mismo, mis fallos individuales y errores colectivos, o las cosas que estamos haciendo bien. Eso es lo que voy a ver y nada más que eso", recalcó tras el entrenamiento el central, aún "tocado" por el impacto de la dura derrota del sábado ante el Sevilla. Precisamente para tener a los futbolistas enfocados más que nunca hacia el trabajo diario, el cuerpo técnico elevó ayer el nivel de intensidad. Fue una sesión especialmente dura, con circuitos de fuerza y ataques en superioridad numérica para obligar a los defensas a exprimirse, entre otras tareas. El preparador físico, Julio Hernando, no paró de arengar a los jugadores. El ensayo programado para hoy será a puerta cerrada en Riazor (10.30 horas).

Albentosa considera que en el fútbol profesional "el tema psicológico es muy importante" y reconoce que le dio "un montón de vueltas" a lo que sucedió la pasada jornada, pero al mismo tiempo garantiza que esa decepción no condicionará al equipo en Málaga. "Cuando llegue el próximo partido, lo último ya no lo recuerdo nada", explicó el defensa, quien se refirió a la "tranquilidad" y a los "mensajes positivos" que Gaizka Garitano sigue transmitiendo. Ayer lo hizo durante una larga charla en la que no se acordó ninguna postura común sobre los arbitrajes: "No hemos hablado nada de eso. Pase lo que pase yo no quiero hablar más de este tema".

Conoce a Gaizka de su etapa común en el Eibar y entiende que surjan críticas cuando los resultados no acompañan porque "no se puede echar a once o a veinticinco jugadores". "Del que más se puede rajar, entre comillas, es del entrenador. Tiene que estar muy alejado de esas cosas. Hasta ahora a nosotros nos está transmitiendo toda la tranquilidad del mundo -continuó- y nos está dando mensajes positivos". El sábado Albentosa regresará a La Rosaleda para enfrentarse a su anterior club, el Málaga, "un equipo que siempre sale sin miedo, da igual contra quién juegue".