El Dépor no se ayuda ni le ayudan. Los errores propios en las áreas y dos goles de resumen de televisión de Sandro y Ontiveros le abocaron a una derrota increíble, a otro palo más, otra vez en el descuento. Suena a topico y repetitivo, pero no la mereció. Estuvo desconocido para bien con balón en el primer acto y, a pesar de los golpes, se supo rehacer para pasar del 1-3 al 3-3 y rozar el 3-4. En la última media hora olvidó el efecto azucarillo ese que le acompaña y enganchado a Carles Gil pudo ganar ante un Málaga al que le tocó varias veces la lotería en este duelo. Más allá de los lamentos, el Dépor sigue magullado, con dudas y un deficit de puntos más que preocupante. Los equipos de abajo necesitan un buen armazón, una propuesta competitiva y algún refuerzo positivo que les empuje a creer. No hay manera. Solo queda la fe e insistir.

El inicio del duelo fue muy sorprendente. Al Dépor le pitaban un penalti dudoso en el minuto dos (las quejas de Tino funcionaban), lo transformaba y se hacía dominador con una olvidada comodidad con la pelota. Sentar a Emre y Pedro Mosquera podría hacer presagiar que el deportivismo se encontraría una versión más hosca y vigorosa de su equipo. Una verdad a medias. Fue intenso, pero tenía pausa, estaba fino. También es cierto que en esa soltura influyó el viento a favor de esa pena máxima y la pasividad de un Málaga en la presión que apostaba por el repliegue. En teoría, los andaluces eran superiores, jugaban en casa e iban por detrás en el marcador, pero cedían la pelota. Parecía un plan nefasto, no lo fue.

El equipo coruñés era el perfecto invitado. Meritorio a la par que aseado, mostraba buenas maneras y encima tuvo tres obsequios que el conjunto de Juande Ramos no desaprovechó. Primero Andone falló el 0-2 ante Kameni, ya vencido. Después una jugada mala defendida y un abrazo infantil de Borges que invitó a un Málaga perdido a empatar y a meterse en el partido. Y, por último, un triple error de Albentosa (dos malas salidas de balón y un placaje innecesario, todo en la misma jugada) y Sandro demostró su virtuosismo en la suerte de las faltas directas. Minuto 40 y el deportivismo se frotaba los ojos. Su equipo perdía cuando había jugado mejor y había hecho más méritos. Pero sus fallos en las áreas le estaban penalizando. Duelo cuesta arriba, otro golpe, al que se le sumaba el que aún estaba en el recuerdo de hace una semana ante el Sevilla. Mala pinta.

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El Dépor arrancó tras el descanso mascullando su mala suerte y con, al menos, el alivio de que las molestias de Andone al final del primer acto se había quedado en nada. El Málaga se vino arriba, era inevitable. No había hecho nada y ganaba, ¿cómo no iba a verse capaz de remarchar el duelo? El conjunto blanquiazul no reaccionaba y seguía con sus regalos. En una incursión por la derecha, Rosales encontró a Michael Santos de nuevo solo en el centro del área. Era increíble tal pasividad, tremendo despiste. 3-1 y el Dépor naufragando.

Diez o quince minutos tardaron los coruñeses en asumir la bofetada, la de esta mañana, la de hace una semana y las que llevan en esta Liga. El Málaga, muy desconectado y que había hecho lo justo para ganar, se volvió a echar una siesta. Al Dépor se le fue yendo la palidez del susto y de la mano de unos imprecisos, pero voluntariosos Marlos y Andone se dispuso a remontar. Pero le costó el 2-3. Lo fue madurando y necesito el toque de un futbolista olvidado pero que debe ser importante como Carles Gil para conseguirlo. Tiene que jugar más. Envió un caramelo a la cabeza del rumano. La remontada era posible.

Los locales estaban sobrepasados y el Dépor atacaba por las dos bandas, aunque por la derecha hacía más daño. Juanfran y el ex del Aston Villa se entendían de maravilla, todos venían a asociarse con ellos. En otro centro al área una mala salida de Kameni permitió que Borges hiciese el doblete y colocase el 3-3. El Málaga lo merecía, el Dépor, también, incluso más. Se tomó un respiro y volvió a la carga, aunque no con la misma intensidad. A los andaluces les volvió a sonreir la suerte por segunda vez en una misma tarde. El gol de Ontiveros era poco menos que indefendible. Otro palo, otra vez en el descuento. Ya van unos cuantos.

FICHA

Málaga: Kameni; Rosales, Torres, Villanueva, Ricca; Juanpi, Camacho, Fornals (Duda, m.86), Chory Castro; Santos (Ontiveros, m.72), Sandro (En-Nesyri, m.53).

Deportivo: Tyton; Juanfran, Albentosa, Sidnei, Luisinho; Celso Borges, Guilherme, Bruno Gama, Fayçal (Carles Gil, m.68); Marlos Moreno (Mosquera, m.89), Florín Andone.

Goles: 0-1, M.04: Borges, de penalti. 1-1, M.21: Michael Santos, de penalti. 2-1, M.39: Sandro. 3-1, M.56: Santos. 3-2, M.72: Andone. 3-3, M.81: Borges. 4-3, M.92: Ontiveros.

Arbitro: Iñaki Bikandi Garrido (Colegio Vasco). Mostró tarjeta amarilla a los malaguistas Juanpi (m.76), Camacho (m.78) y Ontiveros (m.92) y al visitante Luisinho (m. 10)

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Incidencias: Partido correspondiente a la decimotercera jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio de La Rosaleda ante unos quince mil espectadores.