Diez puntos en trece jornadas. Números de candidato claro al descenso los que ha registrado el Deportivo en este primer tercio de Liga. El jueves se cumplirán dos meses desde su última victoria, la del golazo in extremis del holandés Ryan Babel frente al Sporting de Gijón (2-1). Desde entonces, el equipo coruñés ha sumado dos puntos en los siguientes seis encuentros, merced a los empates consecutivos frente al Valencia y el Granada, ambos con idéntico resultado (1-1). Muy poco premio para los méritos que ha hecho el Dépor. Pese a ese bache de resultados tan prolongado, el Deportivo se mantiene fuera de los puestos de descenso gracias a los tropiezos de los tres últimos: Sporting, Osasuna y Granada. Ninguno de los tres sumó la pasada jornada. Todo un alivio para los coruñeses, cuyo hundimiento se amortigua al verse todavía a flote, sin caer de momento a las posiciones de condena.

No solo los tres equipos que están por debajo del Dépor cayeron en esta jornada. También perdieron los tres que están inmediatamente por encima: Betis, Leganés y Valencia. De los teóricos rivales directos del conjunto coruñés, el único que fue capaz de sacar adelante su partido el pasado fin de semana fue el Alavés, que dio la sorpresa al imponerse 0-2 en uno de los campos más difíciles de Primera, El Madrigal. Poco a poco se va abriendo una brecha importante entre los de abajo y el resto. El Espanyol, por ejemplo, empezó muy flojo la Liga pero poco a poco fue despertando hasta acomodarse en una desahogada undécima posición con 18 puntos, ocho más que el Dépor.

Los tropiezos de los rivales directos son un triste consuelo para el equipo coruñés, al que de momento casi todo le ha salido torcido. Unas veces los árbitros, otras su propia incapacidad y en ocasiones las dos cosas a la vez le han privado de al menos un par de victorias más que ahora echa de menos. Ni pizca de fortuna está teniendo el conjunto blanquiazul, cuyos últimos rivales, Sevilla y Málaga, lo noquearon en el tiempo de prolongación, con sendos goles en el minuto 92, el de Mercado en Riazor y el de Ontiveros en La Rosaleda.

Es como si todos los factores que intervienen en el juego se volvieran en contra del Dépor, tal y como expresó Florin Andone tras la dura derrota del pasado sábado en Málaga. "Este año nos pasa de todo: remontadas, golazos que te meten una vez cada dos años? Parece que tenemos todo negativo este año. Es cuestión de una racha negativa, estoy seguro", declaró el delantero rumano. Marcó por tercera jornada consecutiva, pero su tanto, como el que anotó ante el Sevilla, no sirvió para sumar.

Tras el paréntesis copero de mañana en el Benito Villamarín, el Deportivo tendrá que esperar hasta el lunes de la próxima semana para retomar la competición liguera. Lo hará en Riazor, donde se enfrentará a la Real Sociedad, uno de los equipos más en forma del campeonato. La visita del conjunto donostiarra a A Coruña se presenta como la primera gran final de la temporada para el equipo de Gaizka Garitano, sobre todo teniendo en cuenta que el siguiente compromiso del Dépor será nada más y nada menos que en el Bernabéu. Amarrar los tres puntos frente a la Real permitiría afrontar el choque ante el Madrid con un poco de aire. Osasuna, en Riazor, será el siguiente rival liguero antes de cerrar el año, para luego empezar 2017 en el campo del Espanyol.