Después de varias semanas castigado por los resultados y con la urgencia de ganar para sacudirse los problemas que lo acechaban a medida que fue asomándose a la parte baja de la clasificación, el triunfo ante la Real Sociedad ha servido como bálsamo para una plantilla y un entrenador sometidos a una presión constante. Por primera vez desde hace más de dos meses, el Deportivo podrá afrontar la preparación de un partido sin estar sumido en las dudas y sin que se cuestione un trabajo defendido tanto por Gaizka Garitano como por la plantilla.

Faltaba ganar, argumentaron tras la goleada ante la Real, y eso les ha proporcionado cierto alivio antes de visitar uno de los escenarios más complicados del campeonato. El entrenador también ha recibido un espaldarazo después de semanas en las que su continuidad al frente de la plantilla estaba en cuestión al mismo tiempo que lidiaba los problemas surgidos en el seno del vestuario.

El escenario ha cambiado por completo después del contundente triunfo ante la Real Sociedad. Fue una victoria incontestable acompañada de goles y buenas sensaciones, pero el propio Garitano se encargó inmediatamente después del partido de colocar todo en su lugar.

El entrenador deportivista recordó que la situación del Deportivo continúa siendo delicada y que tan solo dispone de un punto de margen sobre el descenso. Garitano sí subrayó la importancia del triunfo del lunes por lo que supone como refrendo al trabajo y las actuaciones que venía completando el equipo. "Necesitábamos ganar, ya veníamos jugando bien", destacó el entrenador deportivista tras el encuentro.

La plantilla comenzó así ayer a preparar la visita al Santiago Bernabéu sin los agobios que hubiera despertado un nuevo tropiezo y con el ánimo repuesto tras semanas de decepciones en forma de derrotas en el último minuto.