Ya sin Ryan Babel, ausente ayer en el regreso a los entrenamientos del equipo tras las vacaciones navideñas y a la espera de que se haga oficial su incorporación al Besiktas mientras se ejercita en solitario en Estambul, a Gaizka Garitano se le presenta una doble vía para suplir la ausencia del holandés ante el inminente partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey ante el Alavés. El entrenador deportivista podría buscarle un recambio en la plantilla y dar continuidad a la propuesta que ha empleado durante el último mes o bien modificar el esquema sobre el que se ha basado la reciente evolución blanquiazul. Las dos posibilidades presentan sus riegos.

Sustituir a Babel por otro jugador despierta dudas por el papel que estaba desempeñando el holandés en los planteamientos de Garitano. Partía desde la banda, pero su área de influencia abarcaba todo el frente de ataque, tanto para buscar llegadas por el centro como para asociarse en la creación con Emre Çolak. Ni Bruno Gama ni Marlos Moreno, ahora orillados de las alineaciones por el entrenador, han sabido desempeñar esa función desde el comienzo de la temporada. Ambos tienden más a encarar que a asociarse y no destacaron por su esfuerzo defensivo cuando eran habituales en las alineaciones. Será labor de Garitano involucrarlos en la nueva filosofía de juego deportivista y hacer que asimilen parte del papel de Ryan Babel o bien alterar el dibujo táctico.

Esa es, sin embargo, la opción más arriesgada después de que el técnico deportivista encontrara alineación y esquema fijos. A cambiar lo primero está obligado por la marcha del holandés, pero no a lo segundo. Tiene no obstante la opción de jugar con dos delanteros tras la recuperación de Joselu, pero eso conllevaría perder a Emre Çolak como mediapunta. Garitano tendría que acomodarlo en una banda, donde su rendimiento ha estado lejos del que ha mostrado por el centro desde que el técnico implantara una propuesta que ha dado resultados a los deportivistas pero también fútbol.