El entrenador del Espanyol, Quique Sánchez Flores, explicó que en el partido de hoy contra el Deportivo, después de despedir 2016 con una derrota en el derbi y la eliminación de la Copa, su equipo quiere demostrar que se "levanta ante la adversidad" para seguir adelante. "Todos quieren mejorar. No nos conformamos con nada y tenemos que seguir creciendo", señaló. Respecto al Deportivo, considera que es un buen bloque: "Controla el timing del partido y necesitamos acoso, elegir dónde poner las dificultades. Intentaremos ser un conjunto compacto defensivamente, pero al mismo tiempo que nos sintamos a gusto con el balón".

Quique Sánchez Flores confía en que su equipo muestre una buena versión, aunque "nunca sabes qué pasará después de estos descansos". De todos modos, ha insistido en que el traspiés de la Copa del Rey es una lección útil: "Está bien que esos avisos nos pongan en órbita. Si no damos el cien por cien no somos tan especiales".

Cuestionado por si la ausencia en la convocatoria del delantero Álvaro Vázquez, al que el entrenador mandó al banquillo en el partido de Copa tras su enfado, es un castigo, el técnico ha mantenido que "no exactamente". "Es una decisión técnica, le hemos dado el mismo cariño que al resto", añadió.