Al Deportivo le faltó el sábado contra el Villarreal trasladar al marcador el dominio que mostró sobre el césped. Limitado de efectivos y en proceso de reconstrucción después de las transformaciones experimentadas después del paréntesis navideño, el conjunto de Gaizka Garitano fue capaz de cuestionar la superioridad de un equipo de la zona noble de la clasificación y hacer los méritos suficientes como para cosechar algo más de un empate que, tras los resultados de la jornada, lo deja a seis de los puestos de descenso. El Deportivo convenció por su actitud y propuesta con una alineación prácticamente improvisada y en la que Garitano no tenía demasiado margen de maniobra. Le faltó materializar alguna de las ocasiones de las que dispuso, pero se mantiene en una dinámica positiva mientras el club se refuerza en el mercado invernal y el técnico ajusta las piezas para consolidar la evolución alcanzada en el mes de diciembre.

Racha positiva. El empate contra el Villarreal consolida al equipo en una racha de resultados que lo mantiene imbatido desde hace seis partidos (tres en Copa y tres en Liga), aunque se le resiste la victoria. De esos seis, cuenta por triunfos dos, y ambos fueron antes del paréntesis navideño. Con el arranque del nuevo año, el Deportivo tan solo ha cosechado empates (dos en Liga y los dos de la Copa ante el Alavés), pero ha logrado mantener el tipo en un momento especialmente delicado por las lesiones y la falta de efectivos.

El gol volvió a resistirse. Fue la guinda que le faltó al Deportivo en un partido completo, disputado con intención e intensidad por los de Garitano. El planteamiento con la pelota del técnico no encontró premio en la portería contraria, y eso que el equipo había dejado bastante tiempo atrás sus problemas rematadores. Hasta el sábado en Riazor, el conjunto blanquiazul encadenaba siete partidos consecutivos marcando si se contabilizan los de Liga y Copa. En total, una racha de 16 goles que quedó interrumpida contra el Villarreal.

Çolak, de nuevo en su sitio. El juego del Deportivo adquiere otra corriente con el turco en la posición de mediapunta. Le da sentido a la propuesta implantada por Garitano desde el mes pasado a través de la pelota. Çolak se vuelve el elemento imprescindible para darle sentido al juego cuando el balón cruza el centro del campo. El centrocampista aparece y ofrece alternativas en un conjunto actualmente corto de referencias, salvo la que ofrecen él, Andone en el ataque, Guilherme en el centro del campo y Sidnei en la defensa.

Las bandas, limitadas. El mayor debe del Deportivo el sábado contra el Villarreal fueron las bandas. Las bajas han lastrado especialmente estas posiciones y el equipo no ha terminado de asimilar la marcha de Ryan Babel. Garitano ha tratado de buscar alternativas, pero ninguno de los recambios ha dado resultado. Marlos no termina de adaptarse, aunque el sábado dio un pequeño paso adelante en espera de que Ola John y Kakuta aumenten la competencia en esa zona. De su aportación dependerá que el juego mantenga la evolución iniciada a comienzos del mes de diciembre del año pasado.