Pudo ganar el Deportivo en Las Palmas pese a no merecerlo durante 70 minutos. Así de caprichoso es a veces el fútbol. Hasta el gol del empate -un chispazo aislado que conectó Çolak y remató Andone- el equipo coruñés estuvo a merced de su rival. Le faltó de todo, empezando por la intensidad y acabando por la fluidez en campo contrario, esa creatividad que sí tiene el conjunto insular. El Dépor se encontró con el 1-1 a veinte minutos del final y poco después llegó la expulsión de Aythami, que volcó definitivamente el campo hacia la portería de Javi Varas. El arreón final del Dépor, tímido, no fue suficiente para completar la remontada. Otro punto, y al mismo tiempo otro casi fuera de casa para un equipo, el coruñés, que cierra la primera vuelta sin haber ganado ni un solo encuentro a domicilio. No mereció vencer en el estadio de Gran Canaria, donde le sobraron imprecisiones y le faltó fútbol y personalidad para aprovechar el delicado momento de su rival, en plena marejada extradeportiva.

Atacó poco y mal el Deportivo en unos primeros 45 minutos muy flojos, de los peores de la temporada. De nada le valió su presión adelantada porque Las Palmas no tuvo problemas para armar su fútbol con comodidad para ir superando líneas sin apenas encontrar oposición. Y eso que uno de los encargados de iniciar las transiciones ofensivas de los insulares fue Aythami, cuyas carencias a la hora de jugar el balón el Dépor no fue capaz de aprovechar. Pese a las numerosas bajas grancanarias, sobre todo en la línea defensiva, Las Palmas fue superior, sin llegar a generar demasiadas ocasiones claras, pero sí dando siempre la sensación de tener el partido controlado. Se jugó a su ritmo, al que quisieron los isleños. Mucho toque y paciencia en campo contrario ante la pasividad de los deportivistas, que no supieron llevar el partido a su terreno.

El Dépor no fue capaz de correr con espacios y le faltaron ideas para asociarse de tres cuartos de campo en adelante. Poca profundidad y amplitud. Más bien ninguna, pese algunas carreras con sentido de Juanfran. Sus centros, contados, se perdieron sin encontrar nunca rematador. Al Deportivo le costó entrar en el partido. Empezó con un par de marchas menos que su rival, que en el minuto 6 avisó por primera vez con un lanzamiento lejano de Livaja al que respondió Tyton con una buena mano. Se seguía jugando casi permanentemente en campo visitante. Todo el peso del partido lo llevaba Las Palmas, que obtuvo un justo premio a su dominio antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora. En el minuto 13 una acción por banda de los isleños terminó con el disparo de Mateo tras un rechace defectuoso de Sidnei. Su lanzamiento se envenenó tras tocar en el central brasileño y acabó sorprendiendo a Tyton.

No le funcionó a Gaizka Garitano su apuesta por dos delanteros. Más que remate, al Dépor le faltó fútbol para generar ocasiones. Ni rastro de ese juego combinativo que últimamente venía haciendo el equipo coruñés en Riazor. Nadie fue capaz de aparecer para hacer funcionar al equipo. No lo hicieron los mediocentros, especialmente espesos, ni tampoco lo consiguió Çolak pese a sus intentos de ofrecerse por dentro. Dos disparos lejanos a las nubes, uno de Borges y otro de Guilherme, fueron las mejores aproximaciones coruñesas en los primeros 45 minutos. Un escaso bagaje ofensivo, inferior al que propuso Las Palmas.

El guión continuó parecido tras la reanudación, con más llegadas al área del equipo grancanario. Vicente Gómez, de cabeza y luego con un disparo alto, buscó ampliar la ventaja, igual que Livaja en el 67. Hasta entonces el Deportivo seguía sin dar señales de vida. Daba la impresión de que solo podía encontrar el empate en algún córner o jugada aislada. Ocurrió lo segundo, ese chispazo de genialidad que firmó Çolak con un envío medido a la espalda de la defensa amarilla. Colaboró Lemos, muy lento en su carrera, para que Andone culminara el ataque con un disparo duro (m.69). Tuvo una el rumano y la aprovechó para anotar su séptimo gol de la temporada. Suma y sigue el internacional, engordando sus números y sosteniendo al Dépor en ataque.

Laure ya estaba preparado para entrar en el campo cuando llegó la acción que cambió por completo el panorama para la recta final del encuentro. Aythami embistió a Guilherme y vio la segunda tarjeta amarilla (m.77). Las Palmas se quedaba con diez a falta de un cuarto de hora, lo que abría para el Deportivo una gran oportunidad de celebrar su primera victoria a domicilio. Gaizka se lo pensó y en vez de Laure entró Marlos Moreno en busca de amplitud y desequilibrio. Ni una cosa, ni la otra inyectó el colombiano. Solo pudo encarar un par de veces, ambas sin éxito. Al Dépor le faltó decisión y valentía en su arreón final ante un rival que no tuvo más remedio que ceder campo y atrincherarse en su área. No sufrieron demasiado los isleños para mantener el 1-1 ante el equipo coruñés, que sigue sin ganar fuera.