La venganza es un plato que se sirve frío y que tiene muchos caminos. Esa máxima la cumplió ayer Julio Rey al endosarle dos tantos y jugar un encuentro muy completo ante el Fabril, equipo que le despidió, hace dos temporadas, pocas horas después de ser contratado por un tuit que había escrito cuando era todavía un adolescente. El menudo medio centro arlequinado fue un auténtico dolor de muelas para los blanquiazules, e incluso, se permitió el lujo de errar un penalti, cuyo rechace acabaría aprovechando para marcar el tercer tanto del Arousa.

El encuentro que se disputó ayer en A Lomba se presentaba como una oportunidad para los dos equipos de mantenerse en la lucha por el play off de ascenso, en especial para un Arousa que no podía permitirse el lujo de dejar escapar a un rival directo como el Fabril. La calidad que atesoran los dos equipos tuvo que vérselas con el césped, que tras las lluvias de la pasada semana se encontraba en mal estado en varias zonas.

El Arousa salió a asfixiar a los herculinos en su línea de creación, generando varios errores en la salida del balón visitante y poniendo en aprietos a su defensa, que en los primeros minutos no paró de achicar balones.

Al cuadro local le faltaba finalizar las jugadas, como le ocurrió en el minuto 13, cuando Vilas se deshizo de varios rivales en la frontal, pero no pudo armar el disparo. El centro posterior de Eloy lo atraparía Álex Cobo antes de que Sylla pudiese cabecear a la red. El Arosa obligaba a los herculinos a correr hacia su portería y solo se acercaba a Lloves a través del juego a balón parado, aunque sin crear grandes problemas al meta arlequinado.

Pese a que el Fabril no se encontraba nada cómodo, la primera ocasión clara fue para Manu Molina en el minuto 26. Una larga jugada de los coruñeses permitió la internada de Borja Galán, cuyo centro atrás fue rechazado por un defensa. El balón le cayó a los pies a Edu Expósito en la frontal del área, pero su disparo lo despejó Aitor Díaz bajo los palos.

La intensidad del Arosa en el centro del campo, con ayudas constantes, provocaba numerosos errores en la salida del balón de los fabrilistas, y hacía desaparecer a hombres de la calidad de Pinchi o Jardel a los que apenas les llegaban balones en condiciones. En el descuento de la primera mitad, un centro desde la derecha fue rematado en posición forzada por Pinchi, pero Lloves atrapó sin problemas.

Apenas se había iniciado la segunda parte, cuando Julio Rey robaba un balón en banda derecha, se aprovechaba del desajuste defensivo herculinos para entrar en el área y ceder el balón a Sylla para que el delantero senegalés lo pusiese lejos del alcance de Álex Cobo. Era el 1-0, que premiaba el buen partido que estaba realizando el Arosa.

Tan solo tres minutos después, un resbalón involuntario de un defensa del Fabril se llevaba por delante a Antón Vilas dentro del área. Penalti que el propio Julio Rey se encargaba de anotar y que le permitía cobrarse una dulce venganza de los blanquiazules por no haberle fichado hace dos años por unos tuits que realizó cuando era un adolescente. El talentoso medio centro estuvo a punto de ampliar su cuenta en el minuto 52, con un saque de esquina que estrelló en el larguero.

Obligado a recortar distancias, el Fabril dio un paso adelante y comenzaron a dominar el partido, mientras el Arousa optaba por replegarse. Fruto de ese dominio, en el minuto 59, llegó una clara ocasión. Pase a la espalda de la defensa de Manu Molina a Jardel, que el delantero envía por encima del larguero.

En el minuto 65, una internada de Vitra nena el área era interrumpida en falta por Monsalve. Julio Rey volvía a ejecutar la pena máxima. Su disparo lo repelía Álex Cobo, pero el balón volvía a los pies del vilagarcianas que, en esta ocasión no fallaba y anotaba el tercero.

Con el encuentro perdido, Cristóbal Parralo realizó los tres cambios de una tacada para tratar de reducir diferencias, pero las oportunidades seguían cayendo del lado local.

En el 71, Jardel se plantaba solo ante Lloves, pero el meta le aguantó perfectamente y su disparo se fue alto. Julio Rey, el héroe del partido, se retiró en el minuto 72, llevándose una ovación de toda la grada por el buen encuentro que protagonizó.

El Fabril trató de sacar su casta, y volvió a rondar el gol en un disparo de Carreón en el minuto 76 que Lloves despejó con muchos apuros. Sin embargo, el Arousa no se arredaba, y en el 79 pudo completar la goleada, pero el disparo a bocajarro de Manu Justo se estrelló en Álex Cobo. El meta herculinos volvió a sacar una mano espectacular en un disparo espectacular de Monroy.

Los fabrilistas consiguieron finalmente maquillar el resultado con un tanto de Álex Corredera en el minuto 88, que fusiló a Lloves en el área pequeña.