Tres puntos, un solo partido. Es el fino colchón que le queda al Deportivo tras su derrota del pasado fin de semana en San Mamés y la victoria del Sporting en Leganés. Los gijoneses ya saben lo que es ganar fuera de casa. Los coruñeses, todavía no. El próximo sábado, cuando el Alavés visite Riazor, se cumplirán dos meses desde la última victoria del Dépor, el 18 de diciembre del año pasado ante Osasuna (2-0). Desde entonces el conjunto de Gaizka Garitano encadena cinco jornadas sin vencer en las que presenta un balance muy pobre: únicamente tres puntos de los últimos quince en juego, merced a los empates ante Espanyol (1-1), Villarreal (0-0) y Las Palmas (1-1). Después llegaron las dos derrotas consecutivas contra Eibar (3-1) y Athletic (2-1), que dejan al Deportivo tocado y con los puestos de descenso muy cerca, a solo tres puntos, aunque al equipo coruñés le queda por disputar un encuentro más que a sus rivales, el enfrentamiento ante el Betis que fue suspendido a consecuencia de los destrozos que el temporal ocasionó en las cubiertas de Riazor.

Solo los continuos tropiezos de los tres últimos clasificados permitieron al Deportivo conservar intacto durante varias semanas ese colchón de seis puntos sobre el descenso. Tarde o temprano los de abajo iban a ganar, como ayer hizo el Sporting en Butarque. Esos tres puntos sumados por los gijoneses en el campo de un rival directo les permiten tomar aire y recuperar la fe en la salvación. Siguen en puestos de descenso con 16 puntos, pero se sitúan a solo dos del Leganés, a quien ayer asestaron un duro golpe, y a tres del Deportivo. El Granada, penúltimo, cierra hoy la jornada en Ipurua con la posibilidad de igualar los 16 del Sporting y situarse también a tiro de un solo partido del equipo coruñés.

El Dépor se queda sin margen y, tras dos meses sin ganar, está obligado a sacar adelante el partido del sábado contra el Alavés para reconducir la situación hacia la tranquilidad relativa de la que disfrutaba hasta el pasado fin de semana. Anteriormente, el equipo coruñés fue capaz de salvar los dos match ball que tuvo que afrontar en situaciones también delicadas, primero despachando al Sporting en Riazor gracias a un gol de Ryan Babel en el descuento (2-1) y posteriormente goleando a la Real Sociedad, también en casa, por un contundente 5-1. Eran dos situaciones críticas y el Dépor supo destapar su mejor versión y vencer. Además de esos dos triunfos, el equipo coruñés únicamente ha celebrado otras dos victorias: en la jornada inaugural contra el Eibar (2-1) y en la jornada 16 contra Osasuna (2-0). Solo cuatro veces en 21 partidos sumó los tres puntos pese a haber tenido en la mano varios partidos, sin ir más lejos el del pasado sábado en San Mamés. Mandaba en el marcador hasta el minuto 71, cuando Muniain igualó para iniciar el camino de una remontada completada luego por Aduriz (m.89).

Los dos próximos encuentros, el más inmediato en Riazor contra el Alavés, y el del siguiente sábado en Leganés, marcarán cuál será la tendencia del Deportivo para los últimos meses de competición. Si los saca adelante, recuperará el colchón perdido y avanzará hacia una zona más tranquila de la tabla; pero si sigue sin vencer, se meterá de llenó en el fango. De cara a los compromisos más inmediatos Gaizka tiene a todos sus jugadores disponibles salvo al portero belga Davy Roef, que sigue recuperándose de un esguince de tobillo.

Mañana, vuelta al trabajo

Tras la sesión de recuperación de ayer, la plantilla disfruta hoy de una jornada de descanso. Mañana, a las 11.00 horas, regresará a Abegondo para empezar a preparar el encuentro del sábado contra el finalista de Copa. El Alavés viene de caer goleado en Mendizorroza frente al Barça (0-6), al que se volverá a enfrentar en el partido definitivo por el título, pero aun así se presentará en Riazor con 27 puntos, once por encima de los puestos de descenso.