Richard Barral seguirá siendo la piedra angular del proyecto de futuro del Deportivo después del acuerdo que alcanzaron el actual director deportivo y Tino Fernández. Barral, "el primer ejecutivo deportivo del club", tal como lo definió el presidente de la entidad deportivista al término de la pasada temporada, continuará como máximo responsable de la configuración de la plantilla del equipo blanquiazul durante dos temporadas más, a falta de la confirmación oficial del club, que es el periodo de tiempo que tiene todavía de mandato el actual consejo de administración.

Fernández Pico, el presidente, no quiere dejar herencias si no siguiese en el cargo una vez cumplidos los cinco años de su mandato, por eso lo más lógico es que el acuerdo con Barral sea hasta el final de su mandato. Si el dirigente continuase, Barral seguiría a su lado. Su intención es renovar su mandato, como avanzó en el chat que realizó con los lectores de LA OPINIÓN el pasado 26 de enero LA OPINIÓN. "Aunque no lo hemos hablado en el consejo con mis compañeros, a día de hoy seguro que nuestra voluntad sería la de continuar. Pero eso lo hablaremos dentro de año y medio, cuando entremos en la recta final de estos cinco años en los que los dueños del Deportivo nos han dado el mandato de dirigir el club", había respondido el presidente a una de las numerosas preguntas que recibió ese día.

Con Tino Fernández, Richard Barral seguirá siendo el máximo responsable de la parcela deportiva en el terreno ejecutivo. El respaldo y la confianza del presidente es absoluta, también la tiene de Fernando Vidal, consejero del área deportiva, que fue quien apostó por el fichaje del actual director deportivo en 2014 cuando accedió al consejo de administrador con Fernández Pico. Vidal conocía a Barral de años atrás, de su trabajo en la base y en el Udinese, y fue el que se encargó de convencer al presidente de que era la persona adecuada para cubrir una importante carencia que había en ese momento en el Deportivo.

Obtuvo galones Barral con su contratación, reforzado el verano pasado cuando se anunció la marcha de Víctor SánchezVíctor Sánchez, pero su experiencia en el club coruñés se remonta a años atrás. Formado en las categorías del San Vicente/Sagrada Familia en sus primeras carreras tras un balón, Barral se inclinó sobre todo por la enseñanza del fútbol. Tiene el curso superior de entrenador -llamado Grado 3 y antes entrenador nacional- porque lo que más le llamaba era estar en un banquillo, de hecho lo hizo en los juveniles del Deportivo entre 1999 y 2002. A partir de ahí inició su carrera en los despachos de la mano de Richard Moar, que lo reclamó para la secretaría técnica del club. Volvió a los banquillos como segundo de Marcos Alonso en el Valladolid, Málaga y Granada, pero en 2008 Moar lo volvió a reclamar para integrarse en el Unidese.

En estas estaba cuando recibió la llamada de Tino Fernández -posiblemente fuese Fernando Vidal que era quien lo conocía-, para que se hiciese cargo de la secretaría técnica del Deportivo. En nada se convirtió en el director deportivo, ese "primer ejecutivo deportivo del club", como lo definió el presidente, donde seguirá al menos dos campañas más a pesar de que hace un verano le llegaron cantos de sirena para que realizase mudanza lejos de A Coruña. Quienes conocen a Richard Barral lo definen como una persona muy seria y responsable, "por eso no se marchó" en su momento, asegura alguien cercano al club. También por eso sigue adelante porque confía en el proyecto, está ilusionado con el proyecto y, sobre todo, "trabaja en el equipo de su ciudad".

En su balance figuran todas las contrataciones efectuadas desde 2014 -para lo bueno y para lo malo- y el mismo reconoció que era el "máximo responsable" de todas las operaciones deportivas que realiza el club y que era él a quien había que pedirle responsabilidades en caso de error. Sin embargo, la realidad demuestra que de los futbolistas llegados esta temporada solo Marlos Moreno no tiene el protagonismo esperado. Quizá también Joselu, a quien la lesión padecida el día de su debut parece lastrarle. Sin embargo, Sidnei (contratado este verano), Guilherme, Çolak y Andone, las bases del equipo de Gaizka Garitano, son ejemplo del resultado del trabajo de esta dirección deportiva.