Los errores arbitrales, la mala fortuna y las lesiones han sido empleados con mayor o menor insistencia por el equipo desde que se inició la temporada para justificar unos resultados discretos a pesar de los méritos acumulados sobre el césped. Los pretextos, sin embargo, parecen haberse agotado después de la dolorosa derrota del sábado frente al Alavés en Riazor, y eso que el relato de lo ocurrido no fue muy diferente al de otras ocasiones. Otra vez el equipo consiguió brillar a través de la pelota y mostrarse superior por momentos, pero una vez más cayó víctima de su falta de acierto y de una rigurosa decisión del colegiado. Llegados a este punto, la grada estalló contra el equipo y la plantilla quizá haya interpretado que debe desterrar las disculpas.

"No quiero poner excusas, pero es raro y llamativo que a lo largo de toda la temporada no hayamos tenido ninguna a favor", concedió ayer Germán Lux sobre el penalti que señaló Jaime Latre para el Alavés. El portero y capitán deportivista, sin embargo, evitó insistir en las coartadas. "Voy a volver a repetir lo que venimos diciendo todas estas semanas compañeros, entrenador o quizás también ustedes (la prensa) y la gente sobre lo mismo: la suerte, los árbitros, que jugamos bien, que manejamos gran parte del partido... Pero nos siguen faltando cosas para ganar y las vamos a seguir buscando. No nos rendimos en ese sentido, no queremos poner excusas y no queda otra que trabajar", reflexionó.

El equipo ya ni siquiera encuentra consuelo en las sensaciones, penalizado por acciones puntuales como la del penalti de Albentosa el sábado -"es un poco riguroso, pero hay contacto", resumió ayer Lux sobre esa acción- y por una inconsistencia que no termina de resolver. "No importan las sensaciones, si merecemos o jugamos bien. Lo que importan son los resultados", argumentó el argentino.

La derrota del sábado deja al equipo sin demasiado margen de error en las citas más inmediatas, empezando por la del sábado ante el Leganés. El partido en Butarque se presenta como trascendental -"final, imprescindible, importante, pónganle el título que quieran, que tenemos que ganar como sea", puntualizó Lux- para un conjunto que ha asumido la realidad que le está tocando vivir esta temporada. "Hay que vivir el presente, la realidad, hay que mirar para adelante, no para detrás. No queremos estar ahí, queremos salir, la intención y las ganas las tenemos", destacó el argentino sobre evitar un descenso de categoría que a comienzos de temporada se veía como una posibilidad lejana.

La plantilla trata de mantener una actitud positiva en medio del temporal, en sintonía con la que aseguran que posee Gaizka Garitano a pesar de la delicada situación en la que se encuentran. "El ánimo del entrenador es el mismo que tenemos nosotros", aseguró Lux. "Entendemos la situación, pero como se dice siempre, hay que esperar que salga el sol y para eso tenemos que seguir entrenando de la misma manera, no bajar los brazos, ayudarnos entre todos. Al entrenador le veo con energía, con fuerza, como la que tenemos nosotros", añadió.

Consciente del enfado de la afición por el resultado ante el Alavés, Lux pidió perdón como capitán por la ausencia de los jugadores sobre el césped tras el pitido final. Solo él, Borges, Sidnei, Juanfran, Albentosa y Luisinho agradecieron al público su apoyo. "Cometimos un error y lo hablamos donde lo tenemos que hablar. A la gente le pedimos disculpas. Seguramente no va a volver a pasar", indicó.