No le encontraron el pulso. El Dépor sale de Butarque con las constantes bajo mínimos. Carne de desfibrilador. El grupo de Garitano lleva semanas en caída libre y hoy por fin ve la Segunda División de frente. Por sensaciones hace semanas que la debe temer, desde hoy matemáticamente le quema la zona caliente. La desgracia es que este vapuleo del Leganés a los coruñeses responde a un patrón muchas veces repetido, aunque esta tarde agravado. Errores individuales, un golpe, al suelo y nula capacidad de reacción. Así se sucede el bucle hasta el infinito que va camino de llevar al Dépor al infierno. En horas puede caer Garitano. No es tan fácil como quitar una pieza y poner otra. Ojalá fuera tan sencillo. El problema es mucho más profundo.

El técnico decidió agitar el árbol y le cayó de todo encima. Su gran apuesta era Joselu para poder disputar el juego aéreo y aprovechar la segunda jugada a partir de Emre. Al turco se le pudo atragantar más Butarque. Fue ver el bote de balón en las dos primeras jugadas y no era muy complicado imaginar que este partido no era para los coruñeses ni para el otomano. Imposible trenzar ni media jugada. Aun así, el grupo intentó buscar fortuna armándose de paciencia y recurriendo a la mínima a los centros al área. En una de esas jugadas por la derecha, un pase de Juanfran acabó en la cabeza de Kakuta. El francés la tuvo. Remató al cuerpo de Herrerín y en la segunda jugada no pudo adelantarse al defensa.

Hasta entonces no había habido noticias del Leganés, pronto las habría. Solo había ganado un partido en casa en toda la temporada, pero tenía la lección bien aprendida. Intensidad, acortar espacios, juego directo... Y en la primera que tuvo la metió para dentro. Hoy sumaba efectividad a un libreto simple y efectivo. Un centro desde la derecha fue embocado a la red por Szymanowski. 1-0. Su gran remate, que no sabía ni a dónde iba, contó con la inestimable ayuda de Albentosa. Llegó tarde y el argentino no desaprovechó el regalo. El primero de sus errores imperdonables.

Un golpe y a la lona. Un clásico del Dépor esta temporada. Intentó recoger del suelo los dientes que le habían saltado. Diez minutos más tarde recibía otro golpe mortal y ya no había quien lo levantase. Por intensidad, Mantovani superó a Mosquera y Sidnei en un saque de esquina y el 2-0 se iba a la red. Dos de dos para el Leganés. El equipo coruñés volvía a ser de papel en las dos áreas. Nada nuevo. También es cierto que la pasividad del colegiado sacando amarillas para cortar las continuas faltas de los locales jugó en su contra. Excusas de mal pagador.

Garitano hizo dos cambios en el descanso. Lo increíble. Kakuta y Mosquera a la caseta y ocupaban sus lugares Luisinho y Andone. 5-3-2 sobre el césped y la idea de reforzar el juego de bandas y ganar presencia en el área. Nada de nada. No era capaz de imponerse ni de crear ocasiones. Lo que debía ser un arrebato, un acoso constante, solo eran tímidos intentos, a años luz de crear peligro, del gol. La vía más utilizada fue el balón parado. Sin éxito. Al Leganés tampoco se le veía mucha intención de remachar.

Y si el Dépor ya parecía tener pocas opciones de remontar, Albentosa se encargó de finiquitarlas. En un balón suelto en el centro del campo, sacó el codo a pasear en una disputa con Guerrero. Nervioso, dubitativo e inferior en todo momento, tuvo que ir más allá del reglamento para imponerse. Se le fue la mano y al Dépor el partido.

Garitano reaccionó retrasando a Luisinho y alineando un 4-3-2 con ayudas de Andone en banda. Pudo hacer Siovas el 3-0, pero una mano de Lux lo impidió. Los madrileños no pisaban el acelerador y alimentaban la quimera. Se acabó 20 minutos más tarde con el gol de Unai y la guinda de Alberto Bueno. Dos tantos en carrera y al primer toque. Les salía todo, al Dépor nada. Pero no es la primera vez y cuando se convierte en rutina, indica debilidad, no un mal día. Solo un milagro puede salvar al técnico, pero los problemas blanquiazules van más allá de su inquilino. Un equipo a la deriva y acecha la Segunda División, una categoría que no se puede permitir. Lo único bueno es que hay tiempo.

Ficha técnica (4-0)

Leganés: Herrerín; Tito, Siovas, Mantovani, Diego Rico; Rubén Pérez, Erik Morán (Unai López, min.70); El Zhar (Bueno, min.86), Szymanowski, Gabriel y Guerrero (Samu García, min.76).

Deportivo: Lux; Juanfran, Albentosa, Sidnei, Fernando Navarro; Guilherme, Mosquera (Luisinho, min.46); Carles Gil (Fayçal, min.68), Kakuta (Andone, min.46), Emre Colak; y Joselu.

Goles: 1-0, min.19: Szymanowski. 2-0, min.30: Mantovani. 3-0, min.81: Unai López. 4-0, min.91: Bueno.

Árbitro: José Luis Munuera Montero (Comité andaluz). Amonestó a Lux (min.61), Andone (min.69), Guilherme (min.74), Fernando Navarro (min.78) y Joselu (min.89). Expulsó por roja directa a Albentosa (min.61).

Incidencias: encuentro correspondiente a jornada veinticuatro de LaLiga Santander disputado en el estadio de Butarque ante 10.076 espectadores.