Con solo tres sesiones de entrenamiento antes de recibir al Atlético, Pepe Mel tuvo que apelar más al aspecto psicológico que al futbolístico en busca de una reacción imprescindible tras el desastre del pasado fin de semana en Butarque. El Dépor no ganó, pero derrochó intensidad, carácter y fe para demostrar que está muy vivo. Eso fue lo que les pidió a sus futbolistas el técnico madrileño, que fuesen competitivos, que lo dieran todo en el campo y que creyeran en sus posibilidades. Un mensaje de valentía y confianza que impulsó a los jugadores blanquiazules a completar uno de los mejores partidos de la temporada frente a uno de los grandes de la Liga.

ECuatro novedades. Mel no hizo ninguna revolución en la alineación con respecto a la última etapa de Gaizka Garitano. Introdujo únicamente cuatro cambios, el primero obligado en el centro de la defensa por la sanción de Albentosa. Por él entró Arribas. Las otras tres novedades fueron Borges, que volvía tras perderse por lesión la visita a Butarque; Andone, sorprendente suplente en Leganés; y Fayçal, la entrada más llamativa.

EPresión alta y ayudas constantes. El Dépor tardó diez minutos en entrar de lleno en el partido pero tras el gol de Andone se creció y supo hacer una presión alta bastante efectiva para impedir que el Atlético jugara cómodo. Buen balance defensivo de los blanquiazules, con muchas ayudas para robar el balón lo antes posible.

EIntensidad y sacrificio. El equipo coruñés se vació sobre el terreno de juego. Todos, sin excepción, cumplieron con lo que Mel les había pedido y se entregaron al máximo. Pelearon como nunca por cada balón dividido y, cuando tocó correr detrás del rival, nadie se escaqueó. Ese pundonor hizo que subiera mucho el nivel competitivo del conjunto blanquiazul, que mostró un punto más de oficio que de costumbre para saber leer el partido de forma adecuada según lo que más convenía en cada momento.

EOportunidades para todos. Con el cambio de técnico, los futbolistas que menos estaban contando para Gaizka recuperan la esperanza de tener protagonismo. Contra el Atlético, Mel utilizó de inicio a Mosquera y Fayçal, y para la recta final contó con Álex Bergantiños y Laure Sanabria, prácticamente inéditos hasta ahora. Fueron los primeros minutos de Liga esta temporada para el de la Sagrada Familia, un futbolista ejemplar dentro y fuera del campo. " Mucha gente que no estaba contando nada se ha reactivado, gente como Fayçal, Laure o Álex, que tienen muchísima calidad y pueden aportar mucho -destaca Mosquera-. Me alegro mucho por Álex. Me siento muy cómodo con él. Me alegro de que volviera a pisar Riazor, que es un estadio que él quiere mucho y donde le quieren mucho".

EImpulso para jugadores y afición. Pese a que el Dépor no ganó, el empate ante el Atlético le sirve para elevar los niveles de autoestima y confianza. "Nos va a venir muy bien este partido y no solo por haber sacado un punto. Más allá del resultado, las sensaciones son muy buenas y además el público con nosotros estuvo espectacular, estuvo a muerte, apoyando en todo momento. En cuanto le dimos un poquito nos llevaron en volandas", relata el coruñés Mosquera.

ECompetitividad. El Dépor demostró ante el Atlético que está capacitado para plantar batalla a cualquier rival. Si compite como lo hizo el jueves, que es lo que quiere Mel, el equipo coruñés tiene suficientes armas como para ganar partidos y así se lo hizo saber el técnico a sus jugadores.

EDomingo de confirmación. La situación clasificatoria del Deportivo sigue siendo muy delicada. Aún no ha ganado en 2017 y necesita urgentemente volver a sumar de tres en tres. En ese sentido, los partidos ante Sporting, mañana, y Betis, el miércoles próximo, van a ser "vitales". "Nos pueden dar tranquilidad y son vitales para nosotros. Son rivales directos y tenemos que sacar los máximos puntos posibles. Quedan muchas jornadas, pero tenemos que sacar resultados ya. A todos los campos se desplaza mucha gente del Dépor y en Gijón más porque está más cerquita. Va a ser un partido bonito y si conseguimos ganar se va a disfrutar el doble".