La semana fantástica en la que vivía instalado el Dépor le hacía soñar y anhelar con dar un golpe de riñón en el sprint final de estos siete días para despegarse, aunque fuese unos milímetros, de ese pegajoso sufrimiento del que nunca se libra. Al final casi tiene que dar gracias por un empate que mereció, pero que pudo perder, como tantas veces con Garitano. Era un duelo de igualada que se lo iba llevar el Betis en una jugada aislada y que el equipo coruñés rescató de igual manera. Al menos, parece que con Pepe Mel el viento ha cambiado de sentido y empuja al Dépor, pero hay que ir acompañándolo de inmediato de fútbol. Ahora la sensación es agridulce, pero en breve asentará y se colocará esta semana en su justa medida. Eso sí, quien pensase que el Dépor podía ver el descenso desde la distancia se equivoca. Cinco puntos de colchón, pero el calendario se empina. Se hará larga esta Liga.

El equipo coruñés arrancó el duelo sin temperatura. Quería, no podía. No se oía nada desde el fondo de los Blues y no era capaz de coger ritmo, ni mucho menos inyectarle electricidad a su fútbol. Sin duda, influyó el plan preparado por Víctor Sánchez del Amo e incluso los dos días más de descanso que disfrutó su grupo. Reclamó la pelota y se dispuso a tocarla de banda a banda. Al equipo coruñés le costó en el repliegue, pero estaba incómodo a medida que avanzaba: con la salida, con la creación en tres cuatros... Tocaba capear el tenue temporal y esperar momentos mejores.

Çolak estaba muy tapado, Andone seguía peleándose con el mundo y por la banda izquierda había poco más que voluntad. Carles Gil y Juanfran eran los que más se mostraban y lo intentaban, pero no empezaron a carburar hasta la media hora, cuando el Dépor empezó a parecerse un poco a sí mismo. Mientras tanto, el Betis procuraba mandar algún derechazo aislado que prácticamente ni rozó la mandibula blanquiazul. La mejor ocasión nació de los pies de Ceballos y acabó con un disparo de Brasanac, sencillo para Lux.

Los diez últimos minutos fueron para el Dépor y, aunque pudiese parecer poco tiempo, fue capaz de crear más peligro que su rival y de rozar el 1-0. Lo que dejaba entrever la banda derecha ya empezaba a ser una realidad, también buscaban su suerte a balón parado y Çolak se deshacía un poco de la marca para no dejar tan solo a Andone en ataque. En una jugada en la que por fin pudieron conectar, el rumano se revolvió en el área para mandar un balón al palo después un rechace. El rumano nunca se rinde y quería más, tendría que esperar hasta la segunda mitad.

El descanso debía servir para darle un último empujón a un Dépor al que se le iba a hacer largo el duelo. Los primeros veinte minutos, con la ayuda de Riazor, tenían que ser suyos, el momento para lanzarse a por el partido. Lo intentó, pero no le sobraban ni el fútbol ni las fuerzas. Tuvo las mejores ocasiones, sobre todo, una clara en un disparo de Çolak. Eran más intentos que realidades todos sus ataques. El Betis ni eso, pero fue el que recogió el premio.

El mérito del equipo de Víctor Sánchez del Amo fue mostrarse firme y mantenerse en el duelo a la espera de que le cayese alguna del cielo en una jugada aislada. Y lo logró. Un partido de empate que empezó a acariciar cuando Piccini mandó a la red un rechace de un saque de esquina. Su disparo golpeó en Borges y fue imposible para Lux. Y todo cuando se acababa de lesionar Sidnei, la maldición volvía a aparecer.

Al Dépor le tocaba remontar en el que se presagiaba como su peor momento después de una semana tan ajetreada. De inmediato, Pepe Mel tiró de Joselu para aprovechar su poderío aéreo. Imposible, ya que el equipo se enredaba en la creación sin ni siquiera llegar al área. Mientras se lo tomaba con calma, Sanabria y, sobre todo, Ceballos tuvieron dos oportunidades muy claras para hacer el 0-2. Ahí le volvieron a dar vida al Dépor. Primero la tuvo Andone en un remate que la mitad de Riazor cantó y en un balón diagonal, ya en el descuento, Álvarez Izquierdo vio un penalti que el Betis reclamó con vehemencia. Esta vez no hubo ni dudas con el lanzador ni fallo en el lanzamiento. Celso Borges hizo el empate y Riazor respiró. De momento. Quedan muchas batallas y mucho sufrimiento.

Ficha técnica (1-1)Deportivo:

Lux; Juanfran, Arribas, Sidnei (Albentosa, min.67), Luisinho; Borges, Pedro Mosquera; Gil (Ola John, min.80), Çolak, Fayçal Fajr (Joselu, min.74); y Andone.

Real Betis: Adán; Piccini, Mandi, Pezzella, Tosca, Durmisi; Brasanac (Rafa Navarro, min.86), Rubén Pardo (Álex Martínez, min.82), Donk (Petros, min.62), Dani Ceballos; y Toni Sanabria.

Goles: 0-1, min.70: Piccini. 1-1, min.93: Borges, de penalti.

Árbitro: Álvarez Izquierdo, del colegio catalán. Mostró amarilla a Carles Gil (min.20), Andone (min.33), Mosquera (min.86) y Albentosa (min.94), por parte del Deportivo; y a Donk (min.34), Pardo (min.40), Ceballos (min.52), Adán (min.90), Pezzella (min.92), Mandi (min.92) y Álex Martínez (min.95) del Betis.

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo primera jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio de Riazor ante 21.589 aficionados según el Deportivo. El encuentro fue aplazado el pasado 3 de febrero por los desperfectos que provocó un temporal con fuertes rachas de viento en la cubierta del campo coruñés.