Punto a punto y a base de mucho trabajo, el Deportivo de Pepe Mel confirma su línea ascendente sin grandes cambios futbolísticos con respecto a la etapa anterior pero sí con una clara evolución en cuanto a carácter y fe. Aquel equipo mentalmente frágil que solía descomponerse cada vez que encajaba un golpe se ha convertido en un grupo que cree de verdad y se ve capaz de reaccionar ante cualquier situación adversa. Lo demostró el miércoles frente al Betis. Los verdiblancos se adelantaron en el marcador sin merecerlo a falta de veinte minutos para el final, pero el Dépor no se descompuso sino que protagonizó un asedio constante sobre la portería de Adán hasta acabar obteniendo el justo premio del empate.

Mal arranque. El Betis fue mejor en la primera media hora. Tocó la pelota con mucha comodidad e impidió que la tuviera el equipo coruñés, al que le costó mucho ajustar posiciones para compensar las superioridades numéricas que generaron los andaluces con sus dos carrileros, Durmisi y Piccini. El Dépor sabía que Víctor iba a salir con tres centrales, pero no acabó de entrar de lleno en el encuentro hasta la recta final de la primera parte, en la que sí fue capaz de generar algunas llegadas peligrosas.

Talento desaprovechado. Emre Çolak y Carles Gil no entraron en juego hasta muy avanzado el primer acto. Sin su aportación, el Dépor estuvo apagado en ataque y tuvo que recurrir a los balonazos en largo a Florin Andone para aproximarse al área rival. Poco a poco se fue entonando el turco y sobre todo el valenciano, que supo dejarse caer hacia el centro para ganar protagonismo con el balón y asociarse con sus compañeros de tres cuartos de campo en adelante.

Lección de carácter. El equipo coruñés acumuló méritos suficientes en el tramo final de la primera parte y en la segunda como para adelantarse en el marcador pero se encontró con un gol en contra que le puso el partido muy cuesta arriba. Fue ahí cuando el Dépor derrochó carácter para levantarse y acabar arañando un punto. "Hay que seguir empujando y luchando", afirmó ayer Celso Borges. "Hay que estar preparados para cualquier situación. Continuar con esa tenacidad cuando se va perdiendo es difícil pero se dio así", recordó.

Variantes ofensivas. Mel tuvo que hacer un cambio obligado, dando entrada a Albentosa por la lesión de Sidnei, y luego agitó el ataque blanquiazul pasando a jugar con dos delanteros: Joselu y Andone. Ola John saltó al césped para colgarles balones en los últimos diez minutos, aunque el que más centros conectó fue el lateral Juanfran, un atacante más durante toda la segunda mitad.

Cansancio acumulado. El equipo coruñés llegaba a la cita del miércoles con mucho más cansancio acumulado que el Betis, que tuvo dos días más para preparar el encuentro de Riazor. En los últimos quince días el Dépor ha tenido siempre partido entre semana, pero pese a ese desgaste elevado el nivel competitivo volvió a ser alto frente a los verdiblancos.

Premio a la insistencia. El Dépor nunca dejó de creer que era posible darle la vuelta al marcador adverso o por lo menos rescatar un punto. Al final, obtuvo el justo premio a su insistencia con el penalti sobre Borges, que no admite discusión a juicio del tico. "Para mí es penalti. Todavía me duele la mandíbula. Si sucede en el medio del campo la pitan sin dudar. ¿Por qué sería diferente en el área? La imagen es bastante clara", argumentó el medio, satisfecho por cómo compitió el equipo: "Tenemos que estar orgullosos del ímpetu y de las ganas".

Un punto de oro. Tal y como se puso el partido en la segunda mitad tras el 0-1, el empate final deja un buen sabor de boca para el equipo coruñés y su afición, satisfecha por la entrega y el coraje de los futbolistas. El Deportivo venía de tres derrotas consecutivas cuando Pepe Mel llegó al banquillo y ahora ha enlazado tres encuentros seguidos puntuando, con un balance de dos igualadas, ante Atlético y Betis, y una victoria, frente al Sporting. "Es un punto que en la situación en que estamos nos ayuda muchísimo. Los últimos resultados han sido propicios para tener un poco más de tranquilidad", analiza Borges.

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Entrenamiento del Deportivo 9 de marzo

Contra el Barça, sin complejos. El domingo visita el estadio de Riazor un rival "supercomplicado" pero al que el Deportivo tratará de ponerle las cosas difíciles. "De nuestra parte tiene que haber mucha concentración -recomendó Borges-. En el fútbol puede pasar cualquier cosa. Nadie gana ni pierde antes de jugar. Nuestra actitud es positiva de cara al partido".