La semana del derbi gallego arrancó ayer oficialmente rodeada de los ecos de la victoria del Deportivo ante el BarcelonaDeportivo Barcelona, el exigente compromiso que afrontará el Celta el jueves en la Liga Europa ante el Krasnodar y los guiños cómplices entre sus protagonistas. Pepe Mel, aprovechando que el partido se disputará coincidiendo con el Día del Padre, San José, invitó a Eduardo Berizzo a que se presentase en Riazor el domingo con algún regalo, ya fuera en forma de victoria para los deportivistas o de cualquier otro tipo. Por encima de todo se respira ese clima de concordia que ambos clubs se han esforzado en implantar durante los últimos años. Eso ha permitido que los entrenadores de ambos equipos y dos de sus jugadores más representativos coincidan en un acto conjunto días antes del partido.

Ayer lo hicieron en A Coruña para la presentación de la segunda parte del spot Imposible sen ti, impulsado por Abanca, patrocinador de ambas entidades, para alimentar ese respeto mutuo entre deportivistas y celtistas. El desenlace del anuncio entre un padre del Celta y un hijo del Deportivo queda abierto, lo mismo que el favoritismo en una cita que no suele atender a ese tipo de cuestiones. Así lo entiende un Álex Bergantiños convertido una vez más en la referencia de la parroquia blanquiazul después de su espléndido partido ante el Barcelona el domingoBarcelona . Inédito prácticamente hasta la llegada de Pepe Mel al banquillo deportivista, el centrocampista vislumbra ahora la posibilidad de ser protagonista en una clase de encuentro en el que le sobra experiencia y en el que lo previo importa poco.

"El derbi es diferente", recordó Álex. "En el campo nadie va a pensar en el viaje de Rusia o en si ganamos la semana pasada", añadió en referencia al partido del Celta en la Liga Europa y al triunfo blanquiazul frente al Barcelona. "Ha habido derbis en los que el Celta venía mejor y nos hemos impuesto y al revés", reflexionó para insistir en el carácter imprevisible de esta clase de partidos.

De derbis también saben bien los entrenadores. Mel porque los vivió en Sevilla de todos los colores y Berizzo porque los ha disputado como jugador y ahora los vive desde el banquillo -"quisiera volver atrás y jugar", reconoció el técnico argentino-. Los dos saben que deben conceder las menores pistas posibles, así que el entrenador deportivista se negó a desvelar si el domingo volverá a jugar Álex a menos que Berizzo anunciara si lo hará Iago Aspas. Ambos, sin embargo, coincidieron en la obligación de vivir un partido dentro de la rivalidad que comparten ambos equipos, pero sin traspasar ninguna línea. "Quiero recalcar en este acto de hermandad que reconocemos al rival que tenemos enfrente, al que le deseamos lo mejor para el jueves", subrayó Pepe Mel.

Berizzo, por su parte, destacó el cambio de "ánimo" experimentado por el Deportivo tras la llegada del madrileño y deslizó la importancia del partido que deberán afrontar en la Liga Europa antes de visitar Riazor. "Evidentemente, ese partido tiene una trascendencia mayúscula por ser a vida o muerte, pero no nos condiciona", aseguró.