No fue perder, fue cómo. El Dépor no le miró a los ojos al Celta, no fue a por un equipo a medio gas que se había jugado la vida el jueves y que venía a ver lo que pasaba. Se acumulan los pecados blanquiazules. Al equipo le faltó esa superioridad casi histórica que ha exhibido por encima de la futbolística en los últimos tiempos y también se echó en falta en los jugadores una marcha más y dos tras el gol. Aun así, el primer síntoma de debilidad fue la alineación y el planteamiento. ¿Merecía este Celta jugarle con tantos reparos? ¿Hacía falta dejar en el banquillo a dos activos como Andone y Çolak o sacrificar la zona de creación? Pepe Mel no entendió el derbi. Hasta ahora estaba obrando un milagro, pero acaba de hincar la rodilla en el peor momento y en las peores circunstancias. Necesita levantarse y dotar al Dépor de más fútbol para salvarse. Aún queda camino y no será un paseo.

El técnico puso centímetros y quería intensidad para aprovecharse del cansancio del Celta, pero en realidad los asaltos de la primera parte fueron de tanteo. El Dépor estaba cómodo en el repliegue y el conjunto vigués con la pelota. Estaban midiendo la distancia. Un fallo de Arribas y una ocasión de Guidetti pudieron hacer saltar todo por los aires; Borges llegó al rescate.

El equipo coruñés vivía relativamente cómodo, le costaba un mundo crear en ataque. Ya sabía que algo así le podía pasar. Tres pivotes, sin mediapuntas y casi sin interiores de banda. Era una manera de posponer el desenlace o de fiar la primera parte a una jugada aislada de un medio descolgado o a una acción a balón parado. No le obligaba el Celta, era parte de su plan. Así fue languideciendo el primer acto con una buena ocasión para Álex, otra para Aspas. Se iban alternando sin tener mayor interés. Había tiempo y toda una segunda parte.

El Dépor quiso dar un paso al frente tras refrescarse en el vestuario. Pepe Mel debió afianzar parte de las ideas de su hoja de ruta que se habían quedado en el borrador. Más intensidad, más pisar el campo contrario. El gran problema es que al equipo coruñés le falta claridad, comodidad con la pelota. Fútbol, en definitva. Mucha escaramuza, mucho ruido. Aun así, pudo aprovechar Borges un regalo de Roncaglia a los segundos del pitido inicial.

Como si todos supiesen que lo bueno o lo definitivo estaba por llegar, los dos equipos madrugaron con los cambios. Carles Gil y Andone saltaban al campo, tambien lo hacía Sisto. Y cuando el guión de Mel dictaba que era su momento, el conjunto olívico empezó a encontrarse mejor.

De repente, en una de las múltiples jugadas de banda a banda al ralentí del Celta, un centro desde la derecha fue embocado a la red por Aspas. En la jugada dejó muestras de su calidad y en la celebración de su poca clase. Nada nuevo. Quizás el problema es de quien le jalea y le consiente estas acciones, de quien se le llena la boca pidiendo un clásico de guante blanco y luego se refiere a estos gestos con la boca pequeña. Aun así, este detalle es algo menor para el Dépor. Lo peor era el resultado y la manera de perder, no las formas ajenas, algo tangencial.

En nada el olvidado Çolak fue requerido por Mel. Buscaba su claridad para alumbrar el milagro. Un poco tarde, el equipo coruñés estaba desconectado, tocado por el golpe. Solo pudo lograr la igualada en un cabezazo aislado de Álex y en una jugada embarullada de Arribas en el área. Hoy no había penalti salvador. Nada de nada. Como en todo el partido.

FICHA TÉCNICA (0-1)- Ficha técnica:

Deportivo: Lux; Juanfran, Arribas, Albentosa, Luisinho; Mosquera. Álex Bergantiños; Bruno Gama (Carles Gil, min.60), Borges, Fayçal Fajr (Çolak, min.76); y Joselu (Andone, min.66).

Celta: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Cabral, Roncaglia, Jonny; Radoja, Pablo Hernández; Iago Aspas, Wass (Jozabed, min.86), Bongonda (Pione Sisto, min.71); y Guidetti (Beauvue, min.12).

Gol: 0-1, min.74: Aspas.

Árbitro: Martínez Munuera, del colegio valenciano. Mostró amarilla a Cabral (min.14), Hugo Mallo (min.65), Pablo Hernández (min.83) y Pione Sisto (min.86), del Celta; y a Luisinho (min.56), Lux (min.75), Mosquera (min.80) y Çolak (min.93), del Deportivo.

Incidencias: 30.809 aficionados según el Deportivo.