El valenciano Raúl Albentosa regresa el domingo a Mestalla, el estadio donde disfrutó como aficionado cuando era niño. "Jugar allí es algo muy motivante para mí", afirma el central. Vuelve a su tierra "con las ganas y la ilusión de sacar algo muy positivo" pese a la dificultad de enfrentarse a un rival como el Valencia, irregular pero plagado de "jugadores de muchísima calidad". "Le ganamos al Barça, y no fue suerte. Fue porque el Dépor hizo un gran partido. Podemos plantarle cara a cualquiera".

- Al margen del aspecto mental, ¿qué ha cambiado futbolísticamente Pepe Mel?

-Muchas cosas de la forma de jugar del míster no se pueden hacer porque queda ya muy poquito. Estamos en una zona ni fu ni fa. No estamos metidos en el ajo a muerte pero sí que es verdad que o ganas un partido de estos dos o estás ya en la quema muy metido. Él se va a basar, y nosotros mismos, en hacernos fuertes como grupo, y luego en sacar las cualidades que tenemos de jugadores con mucha calidad arriba. Creo que tenemos un gran equipo, lo que pasa es que no se ha dado bien.

- ¿Este Valencia es más imprevisible que nunca?

-Es que vas allí y no sabes si le va a salir a un partido redondo, porque es capaz de competirle a cualquier equipo del mundo, o a lo mejor va a tener cansancio por los encuentros de las selecciones. No creo. Tiene jugadores de mucha calidad y han ido pocos a las selecciones. Pelearán el partido, y más en su campo. Vamos allí con la ganas y la ilusión de sacar algo muy positivo y plantarle cara a un gran equipo. Luego, el encuentro dirá. Le ganamos al Barça, y no fue suerte. Fue porque el Dépor hizo un gran partido. Podemos plantarle cara a cualquier equipo.

- Ante una hinchada tan caliente como la de Mestalla, ¿el tiempo juega a favor del equipo visitante?

-Sí es verdad que la afición de allí es exigente. Yo he sido aficionado allí durante muchos años y lo he vivido, incluso en la época en la que ganaron Ligas. Hay que tener tranquilidad, que les cueste, que vean que es un partido correoso y, sobre todo al principio, intentar aguantar lo que nos venga. No vamos a ir a ver qué pasa, vamos a ir a ganar, evidentemente, pero hay que tener tranquilidad y saber jugar todas las fases del partido.

- El Valencia es el club de su tierra, ¿lo seguía mucho de niño?

-Nunca he estado en la cantera del Valencia, estuve en la del Elche, pero desde pequeño me gustaba mucho el fútbol. En mi familia nadie había jugado al fútbol, de hecho mi padre hacía ciclismo. Empecé a querer, a querer, a querer? y fui a ver muchos entrenamientos del Valencia, a 42 kilómetros de mi casa en Alcira. Como los chavales que vienen a Abegondo a vernos, yo iba allí a Paterna. Al final mi padre consiguió tres pases e iba siempre con mis padres a ver el fútbol a Mestalla hasta que fiché en Elche. Fui al campo seis años, más o menos.

- ¿En qué épocas?

-En varias, pero sobre todo recuerdo la de Baraja y Albelda, campeones de Liga con Rafa Benítez, y la del Piojo López y Kily González con Ranieri, etcétera.

- ¿Sigue viva esa afinidad hacia el Valencia?

-Evidentemente, cuando vas allí es especial. Va toda tu familia y tus amigos que son del Valencia y que a lo mejor ese día quieren que pierda porque estás tú en el rival. Ya no lo sientes igual el fútbol que como aficionado, pero sí le tienes un sentimiento. Me tocó vivir una época buena y le tengo un cariño especial. Jugar allí es algo muy motivante para mí.

- La salvación está ahora más cerca, pero ni mucho menos hecha, ¿no cree?

-No hay que fiarse. En estos dos próximos partidos (Valencia y Granada) queremos los seis puntos pero por lo menos hay que hacer cuatro de seis, seguro, para estar un poquito tranquilos. Es verdad que a este equipo le ha costado tener una regularidad durante una parte larga de la Liga. Hubo regularidad en diciembre, y también ahora, y nos tiene que valer emocional y mentalmente para ser fuertes y sacarlo adelante aunque hayamos perdido un partido. No pasa nada. Desde que ha venido el míster nuevo hemos hecho las cosas diferentes y creo que el equipo tiene que seguir así.

- ¿Qué balance hace de su temporada?

-Me dedico a trabajar, a entrenar, a ser constante, a seguir aunque vengan malos momentos individuales o colectivos, y nunca voy a tirar la toalla ni a bajar los brazos. Mi filosofía, la que me ha llevado aquí, es esa y no va cambiar nunca porque se diga esto de Raúl o pase lo que sea. Lo que sí quiero es, donde estoy, ser querido. Donde he estado siempre he sido querido, y voy a hacer todo lo posible para mejorar lo malo y para lo bueno seguir haciéndolo bien. El balance es positivo porque mi madurez y mi juego en el fútbol es mejor. Cuando llegué al Eibar en Primera se hablaba de un Albentosa que parecía Maradona. No Maradona, pero sí llegas nuevo y parece que todo lo haces bien, y cuando te vas quedando en Primera y llevas unos años ahí parece como que los fallos ya no se te pueden dejar, a Raúl Albentosa o a otros jugadores. Voy a seguir mejorando. Todas las temporadas aprendes algo nuevo y esta me sirve para madurar.

- Habla de sentirse querido, ¿no se siente querido en A Coruña?

-Sí. Esto es como en todos los sitios. Unos pensarán que eres bueno para su equipo y otros que no. Al final tienes que ser fuerte y seguir adelante. Ha habido momentos difíciles y sí es verdad que ha habido mucha gente que me ha apoyado. Yo sé cuándo fallo, o cuándo no fallo y tengo peor suerte en una acción. Yo no soy tonto, no me escondo de las cosas. Sé que he tenido fallos este año o esa pequeña mala suerte que a lo mejor he intentado corregirla y no la he llegado a corregir, y dentro de mí se queda ese resquemor. No quiero llegar a casa y decir: 'no lo he dado todo o no he hecho mi trabajo bien porque no he estado atento o no he tenido ganas'. Eso nunca me lo voy a poder reprochar yo a mí mismo. Yo soy muy autoexigente y es una cosa que es lo que me ha llevado a estar aquí. No soy un virtuoso de esto para haber llegado por ser un jugador superhabilidoso, superfuerte o superrápido. Ha sido mucha constancia.

- ¿Se le mira más con lupa que a otros?

-Sí, en el aspecto de que yo vengo fichado y a lo mejor esperan algo de mí que quizá no es la realidad. Yo sé cuál es mi realidad y lo que puedo dar dentro del terreno de juego. Veo muchos partidos cada fin de semana y hay fallos garrafales que a lo mejor no acaban en gol y no se llegan a ver. Y luego tú a lo mejor estás durante 90 minutos peleando y luchando, y llega esa buena jugada del futbolista que justo tenías tú, te la clava y estás metido ahí, en la cámara.

- Seguro que le ha dado muchas vueltas a la acción del gol de Aspas, ¿fue más demérito propio o acierto del rival?

-Honestamente, creo que 60% y 40%. Ellos hacen un muy buen centro a una zona dudosa, de dudar, y yo no me despisto en ningún momento de que pierdo de vista a Iago. Lo que pasa es que al final los jugadores también tienen sus cosas buenas, meten un muy buen centro, estoy esperando a que vaya al primer palo, y por eso estoy orientado, pero la mete aquí y gana la acción. Tampoco es una jugada que digas, es que Raúl? pero estoy metido y yo reconozco mis? no errores, pero sí para poder corregir y que en el próximo partido no vuelva a pasar.