Sin tiempo siquiera para digerir la derrota del domingo ante el Valencia, al Deportivo le espera mañana un partido volcánico en la lucha por la permanencia. El compromiso ante el Granada en Riazor (20.30 horas) acabará de medir las consecuencias reales del tropiezo en Mestalla, donde se dejó algo más de tres puntos. Lo que todavía quedaba del revitalizante efecto que supuso la llegada de Pepe Mel se esfumó por completo ante el equipo del exdeportivista Voro, pero ya había comenzado a evaporarse hace dos semanas en el derbi ante el Celta. Faltó una pizca de fortuna, también acierto arbitral, pero por encima de todo se echó en falta una propuesta futbolística sólida que compensase el paulatino descenso en el subidón anímico que experimentó el equipo durante el último mes. Mel volvió a variar el libreto para tratar de allanar el camino de la salvación ante un conjunto con urgencias parecidas. La fórmula con dos delanteros, sin embargo, se le atragantó a los jugadores como ya ocurriera con la variante empleada en el derbi.

Otro sistema más. Desde su aterrizaje, el técnico madrileño ha ido explorando diferentes vías que encontraron respaldo en sus primeros días en la inyección de moral que supo trasladar a la plantilla. A medida que es componente se ha diluido las decisiones de Mel se han demostrado menos eficaces, precisamente cuando más tiempo ha tenido para prepararlas: ante el Celta y el Valencia. La presencia de Joselu y Andone juntos en la alineación representó una novedad que no se justificó a través de ocasiones. El delantero rumano, sin embargo, defendió la actuación de ambos: "La relación con el gol es como con la novia, semanas buenas en que todo va bien y semanas malas en que no paras de pelearte con ella, pero estoy tranquilo, llevo ocho goles y espero meter alguno más".

Nostalgia de Çolak. A pesar de los esfuerzos de Carles Gil por encontrar vías hacia la portería del Valencia, tanto Joselu como Andone terminaron pagando la ausencia de un futbolista con mando para manejar la pelota y ordenar el juego a su alrededor. La ausencia de Çolak en los últimos tres encuentros no ha pasado desapercibida para nadie, pero menos para sus compañeros. Andone rompió ayer una lanza en favor de su compañero, que el domingo ingresó al campo tras el descanso. "Aporta mucho, es un jugador diferente, que está al cien por cien disponible y me gustaría que jugara de inicio el miércoles, aunque yo no mando, y que ayude a conseguir los tres puntos", reflexionó el delantero rumano. La ausencia de Joselu mañana por acumulación de amonestaciones abre la puerta al regreso del centrocampista turco a la titularidad después de partir desde el banquillo ante Barcelona, Celta y Valencia. Pepe Mel regresaría así al esquema que empleó desde su llegada y que representaba una versión heredada de su antecesor. El mediapunta volvería a tomar protagonismo en un partido que será determinante para que el equipo continúe aspirando a una salvación con los menores apuros posibles.

Otra "final". Así, de final en final, el Deportivo se ha plantado en abril sin más opción que ganar al Granada para no comprometer más sus opciones de permanencia. "Es un equipo de Primera, complicado, que se está jugando la vida. Va a venir muy necesitado, al cien por cien, con mentalidad de ganar y nosotros debemos tener la misma mentalidad o más, queremos hacernos fuertes en casa. Ganando al Granada tienes el 50 por ciento de la salvación encaminada, por lo menos", aseguró ayer Andone. "Es una final para nosotros y tenemos que hacer un gran partido para ganar", insistió el delantero sobre el carácter del partido de mañana. "Tenemos plantilla y tenemos condiciones para salvarnos tranquilamente", subrayó como muestra de optimismo antes de un compromiso en el que necesitarán una reacción contrarreloj.