Pepe Mel hace autocrítica en su momento más difícil desde que se hizo cargo del Deportivo. Reanimó al equipo con un arranque espectacular -ocho puntos en cuatro jornadas- y luego encadenó cuatro sin ganar, una racha inquietante no solo por los marcadores adversos sino también por la mala imagen: "Pienso que un entrenador que consigue resultados inmediatos y luego en el medio plazo las cosas no salen, tiene mucho que ver".

- ¿Cómo está el equipo tras encajar otro golpe en el Pizjuán?

-Estamos descontentos y contentos a medias, la dos cosas, por lo sucedido en Sevilla. Hay muchas cosas negativas que corregir y algunas positivas que te hacen pensar que el equipo va a reaccionar para bien. La gente está trabajando con intensidad, que es lo que yo ya no les pido, ya les exijo. Quedan 40 días de trabajo en los que tenemos que dar el máximo para poder preparar todos el año que viene con las perspectivas claras y la mente clara.

- ¿Cuáles son esas cosas positivas que vio en Sevilla?

-Creo que hemos dado un paso adelante con el balón, algo que nos costó más en otros partidos. Creo que salió con más fluidez. Hemos recuperado a gente como Kakuta, Marlos y Ola, que creo que pueden ser importantes en estos últimos partidos. Ahora tenemos que recuperar la solidez defensiva que nos hacía ser un equipo difícil de hacerle gol, con sus pros y sus contras.

- ¿Cómo se explica otro arranque tan malo en Sevilla después de lo que pasó ante el Granada?

-No tiene nada que ver con el Granada. Sin entrar en nombres concretos, creo que el primero y el segundo gol nos vienen dados por la misma situación, en el mismo sitio y en el mismo camino, porque tenemos un jugador lesionado. Son cosas que te hacen sumar o no puntos.

- Desde el triunfo ante el Barça empezó la cuesta abajo, ¿esa victoria pudo hacer daño por cometer el error de verse ya salvados?

-Soy de la opinión de que ganar nunca hace daño. Gracias a esos ocho puntos del arranque el equipo está ahora a seis del descenso. Estamos a tres partidos reales de estar en peligro, a falta de siete. Gracias a ese arranque estamos ahora en la situación que estamos.

- Y gracias también a que los de abajo no levantan cabeza, ¿ese colchón realmente es por méritos propios?

-Es que yo creo que va todo un poco unido. Es como si preguntas si el Madrid es líder por mérito suyo o demérito del Barça. Las cosas van unidas. Una Liga son muchos partidos, es una progresión y es mantener una serie de coas. Puntuar contra Atlético, Barça, Sporting y Betis no es demérito de ellos. El Dépor haría cosas bien. Ahora no ganamos porque creo que tenemos que hacer todavía más cosas.

- ¿Pero no le parece una Liga anormal por abajo?

-Desde el momento en que había abajo equipos como el Valencia, ya no podía ser normal. En ese mismo catálogo yo meto al Dépor. Creo que el Dépor tenía, digo tenía porque ahora ya estamos metidos en esta vorágine, argumentos para no estar en la situación que está.

- La afición tiene derecho a estar harta y cansada, ¿no cree?

-Es normal. Es el actor, el deportista, el que tiene que transmitir. A mí no me gustan los toros, no entiendo ni voy, pero en una corrida es el torero el que transmite a la gente y no al revés. Esto es parecido. Si nosotros contra el Málaga hacemos las cosas bien y la gente disfruta con lo que ve, va a estar con el Dépor más allá del resultado. Si es al revés, como la primera media hora ante el Granada, lo normal es que proteste.

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Entrevista a Pepe Mel: "Ya no les pido intensidad, se la exijo"

- ¿Por qué pensar que va a ser distinto este sábado?

-Bueno, yo le pido a la gente que confíe en mi trabajo y en el de los futbolistas, más no puedo decirles. En el fútbol, y en el deporte profesional, lo que importa son las realidades, los hechos, no las palabras.

- El efecto Mel disparó la motivación en sus primeras semanas en A Coruña, ¿es inevitable que ese nivel de activación decaiga?

-Al final es fútbol y lo que tienes que tener son argumentos futbolísticos. Un equipo que cuando llego tiene 19 puntos en 23 jornadas, es por algo. Los argumentos futbolísticos son los que te dan y te quitan.

- ¿Falta encontrar un equipo tipo al que dar continuidad?

-Lo que pasa es que todavía no hace ni mes y medio que estoy aquí, y hemos disputado ocho partidos. Eso quiere decir que han sido muy seguidos y muchas veces he tenido que poner a futbolistas por cansancios, por acumulación de fatiga, por muchas cosas que la gente no tiene por qué saber. Yo cuando tomo decisiones tengo todas las cartas boca arriba sobre la mesa. Por ejemplo, el caso de Carles Gil, que no fue a Sevilla por cansancio, etcétera. Lo que sí que está claro es que las estabilidades de un equipo pasan a través de la regularidad y de la cotidianidad de hacer siempre las mismas cosas. Yo aspiro a tener un Dépor en el que la gente se sepa la alineación de memoria.

- ¿Esta misma temporada?

-Esta va a ser complicado, por todo lo que he dicho. Desde el 28 de febrero, que fue mi presentación, por múltiples motivos hemos tenido que utilizar a mucha gente.

- Igual que usted fue clave en la reacción inicial, ¿qué parte de culpa tiene en el bache actual?

-Toda. Pienso que el arranque espectacular es mérito de los jugadores porque caló el mensaje y ellos vieron que podían hacer las cosas así. Quizá desde el derbi hemos visto la realidad de la situación de dónde estábamos. El partido del Celta parece ser que nos hizo más daño del que nosotros pensábamos. El jugador está más presionado y eso a lo mejor es problema mío, porque no estoy siendo capaz de quitarles esa presión. Ya les he dicho que jueguen como cuando eran juveniles, que piensen en la ilusión de jugar al fútbol y dejen todo lo demás a mi cargo. Pienso que un entrenador que consigue resultados inmediatos y luego en el medio plazo las cosas no salen, tiene mucho que ver.

- ¿Le dio muchas vueltas al planteamiento elegido tras perder el derbi?

-No. El resumen del partido del Celta se hace desde el 0-1, no desde el 0-0 en el que un equipo como el Celta, con tantas cosas en ataque y que genera tanto fútbol, nos tira una sola vez a portería y tiene el 100% de éxito. Nosotros también tiramos a portería una sola vez, y no tuvimos ese 100% de acierto. Cuando quisimos buscar ese término medio entre ser compactos y tener muchas más llegadas es cuando nos ha venido el problema, pero cuando hemos tenido mucha gente por detrás del balón y hemos estado juntos, no hemos tenido problemas para encarar los partidos.

- ¿Aún es posible salvarse sin tener que sufrir hasta el final?

-Por supuesto que sí, eso pasa por el sábado.

- ¿Qué Dépor garantiza que se va a ver el sábado?

-Por desgracia para mí y para todos los entrenadores del mundo, eso no se puede garantizar. Luis Enrique dijo en rueda de prensa antes de ir a Málaga que la Liga se la jugaban en La Rosaleda. ¿Quién te puede garantizar qué partido va a suceder? El ejemplo del melón es el mejor que existe en ese aspecto.

- Me refiero a la intención, al planteamiento.

-En intención está claro que a nosotros solo nos vale el tres.

- Y eso se tiene que notar en el campo.

-Se tiene que notar, pero los planteamientos de un entrenador y las propuestas que luego hace con los cambios, creo que están claros. Igual que me achacas el planteamiento del Celta, nosotros jugamos en el Pizjuán con Marlos, Kakuta, Emre y Joselu, y los cambios fueron Andone y Ola, porque el otro fue obligado. Las intenciones están bien claras, lo que pasa es que el partido es un devenir de cosas que los entrenadores a veces somos incapaces de dominar.

- ¿Ganar el sábado es la salvación?

-Yo creo que sí. No va a ser matemática, pero nos va a dar la tranquilidad de poder mirar hacia adelante en muchas cosas.

- El Málaga viene de dos triunfos seguidos, ¿eso lo hace más o menos peligroso?

-Es que a nosotros eso nos debe dar igual. Ya nos debe dar igual el rival, cómo venga y muchas cosas. Fuimos incapaces de ganar al Granada y capaces de vencer al Barça, así que tenemos que saber cuál es el camino. Tienen un buen conjunto y buenas individualidades, pero da igual cómo vengan, lo importante somos nosotros.

- ¿Quiere que funcione al fin ese "martillo pilón" al que aspira?

-Si regalamos tiempo a los rivales, siempre estaremos en el Everest. Si por el contrario desde el principio mostramos nuestras armas, creemos en nuestra forma de hacer las cosas y somos agresivos, todo será cuesta abajo.

- De cara a la planificación futura, ¿cree que la plantilla necesita mayores dosis de carácter, liderazgo y oficio?

-El equipo que tiene líderes dentro del campo, y oficio, no pasa apuros. Eso, para empezar. Lo que luego tienes que buscar es ese plus que te da otras cosas para no solamente no pasar apuros sino para conseguir retos más ambiciosos. Por supuesto que jugadores con oficio y que tienen ese plus de agresividad en el campo son fundamentales, pero yo no creo que gente como Guilherme, Borges, Bergantiños, Mosquera, Arribas, el propio Andone, que es un jugador muy agresivo en todo, no estén capacitados para hacer eso. Simplemente que se han visto en una Liga muy aciaga, y que llega el sprint final y están en una situación que nadie quería.

- ¿Se va a implicar de manera importante en esa planificación?

-Lo que sí quiero es poder mirar al deportivismo a la cara con la alegría de la salvación, que es para lo que se me trajo aquí, y luego estoy a disposición del club para ayudar en todo lo que yo pueda. Tengo más de 150 partidos en Primera. Si quieren utilizar ese bagaje, yo estoy encantado, pero yo lo que estoy es a disposición de Richard Barral, que es el protagonista.

- ¿Le gustaría darle su matiz personal a esa plantilla?

-Tengo claro que nunca se puede hacer un equipo al capricho del entrenador, porque somos volátiles, podemos no estar, y luego se queda un equipo que ha formado el entrenador en manos de otro técnico. De igual manera tampoco creo que sea bueno hacer un equipo a espaldas del entrenador, porque al final el entrenador es el que los pone o los quita. Yo creo en el trabajo en equipo y Richard también cree en el trabajo en equipo. Los dos tenemos que trabajar juntos sabiendo que el protagonismo en el verano es para la secretaría técnica, igual que el protagonismo en el invierno es para el cuerpo técnico.