Con nueve puntos de margen sobre el descenso, más el golaveraje, el Deportivo afronta las últimas seis jornadas con el objetivo de certificar la salvación de forma matemática lo antes posible. Como muy pronto, será ante el Madrid el próximo miércoles, para lo cual el equipo coruñés necesita seguir sumando mañana en Anoeta. Pepe Mel y sus futbolistas siguen alerta porque, aunque la ventaja es notable, todavía quedan 18 puntos en juego, mucho margen tanto para lo bueno como para lo malo. Seis encuentros definitivos en los que el Dépor aspira a pasar del aprobado raspado, que es la salvación, a maquillar esa nota floja subiendo unas cuantas posiciones en la tabla, siempre partiendo de la base de que el objetivo sigue siendo la permanencia y que, de momento, está encarrilada pero no asegurada. "Podemos arreglar un poco la temporada porque es distinto acabar decimoquintos que décimos", afirma Luisinho. "Está en nuestras manos terminar la campaña de una forma más equilibrada. Depende de nosotros", recalca el portugués.

Las Palmas, decimotercero con 38 puntos, suma siete más que el Deportivo y todavía tendrá que pasar por Riazor en la jornada de clausura. Ese es el listón más alto que puede superar el equipo coruñés, siempre y cuando complete una recta de Liga notable después de una temporada "irregular, con altos y bajos" en la que el rendimiento no fue el esperado. "Quedan bastantes puntos en disputa y es distinto hacer 35 que hacer 40. Cuanto más arriba en la tabla clasificatoria, mejor. Lo más importante en este momento es garantizar la permanencia y después sumar el máximo de puntos posibles y quedar más arriba", explica Luisinho, el más destacado del Dépor en la victoria del pasado sábado frente al Málaga.

Esos tres puntos sirvieron para abrir la mayor brecha sobre el pozo de todo el curso, nueve puntos, una renta importante pero que los futbolistas insisten en subrayar que no es definitiva: "La plantilla es consciente de que no está nada resuelto". Pese a la dificultad de enfrentarse a un claro candidato a Europa como la Real Sociedad, el Deportivo ya demostró en la primera vuelta que está capacitado para competir ante el conjunto donostiarra, al que goleó (5-1) en Riazor. En Anoeta le espera al equipo un encuentro "distinto" al de A Coruña, donde al Dépor le "salió todo bien" y a la Real "todo mal". "Fue un partido que necesitábamos porque veníamos de una mala racha. Nos salió todo bien y a ellos todo mal. Allí va a ser un partido diferente. Ellos en casa juegan bastante bien y hay que contrarrestar eso, estar concentrados y no regalar nada", recomendó Luisinho tras el entrenamiento matinal de ayer en la ciudad deportiva de Abegondo.

El portugués se ha afianzado como el lateral izquierdo titular por delante de Fernando Navarro, quien vuelve a estar disponible tras perderse los últimos tres encuentros por culpa de una lesión muscular. Más competencia dentro de una plantilla con un único futbolista en la enfermería: Pedro Mosquera. El coruñés no salió ayer al césped de Abegondo, escenario de una sesión muy suave, la penúltima antes de la visita a Anoeta. Para esa cita Mel tiene cuatro bajas: la del lesionado Mosquera, más las de los sancionados Alejandro Arribas, Guilherme dos Santos y Carles Gil. Albentosa volverá al once por el central madrileño, mientras que a la línea medular regresará Álex Bergantiños. En ataque, el técnico tiene previsto alinear a Emre Çolak por detrás de Florin Andone, que se perfila como el delantero titular.

Con estos mimbres el Dépor de Mel luchará por sumar en Anoeta para tener un final de Liga tranquilo después de haber sufrido muchísimo para salvarse en las pasadas dos campañas, una agonía que recuerda bien Luisinho. "Lo más importante es cerrar matemáticamente la permanencia y que el equipo siga unido como está. Los últimos partidos son difíciles y no queremos pasar por ahí. Ya pasamos por eso en los últimos años. Fueron finales difíciles pero siempre terminaron bien para nosotros -rememora el portugués-. Cualquier plantilla quiere acabar sin sufrir tanto como en estos últimos años. Todos salen beneficiados: la plantilla, el club, el entrenador... todos".

La concentración, según Luisinho, será más que nunca clave ante un rival tan bien dotado en ataque como la Real. "Sabemos que vamos a encontrar un equipo que tiene calidad de medio campo para arriba, pero también deja jugar y nosotros sabemos jugar. Hay que estar concentrados del primer al último minuto porque va a ser un partido fuerte y si nos despistamos nos va a costar", recomienda el lateral.