El Madrid es muy buen equipo, y además juega mucho más combinativo con estos tres jugadores que alineó ayer -Isco, Asensio y James- que cuando tiene a la BBC -Benzema, Bale y Cristiano- sobre el césped. Este equipo, el que alineó ayer Zidane, no es de contra es de ataque, pero el problema que se encontró el Deportivo no fue solo ese, sino que el problema fue la propia desorganización defensiva del equipo blanquiazul, que en el medio del campo se vio superado siempre. No existieron ayudas, ni coberturas y una vez superada esa primera línea de presión los jugadores blancos entraban muy fácil entre los centrales. No hay más que fijarse en los goles, todos menos uno los marcaron desde dentro del área, es más, muy cerca o dentro del área pequeña. Todo porque Isco y James se presentaban fácil delante de la línea de cuatro y ahí noté, también, poca contundencia, no solo a la hora de presionar si no también cuando había que tapar las líneas de pase. Esa es la razón de la goleada, una muy mala organización en defensa, repliegues incorrectos, no se basculaba, y se defendía corriendo detrás del balón.

Esto es un mal endémico, pues todo lo que supone esfuerzo, sacrificio, solidaridad no depende de la calidad, depende de la voluntad y esto es muy latente y patente en el Deportivo, sobre todo atrás. Kakuta fue ayer el ejemplo, porque si en el medio del campo no marcas una línea de agresividad el rival lo nota, como ayer quedó otra vez patente. Es fácil que la gente, la afición, pueda interpretar en estas situaciones que existe un problema de actitud, que haya indolencia, y yo creo que no es eso. Para mí es más un problema de falta de objetivos individuales y colectivos porque todo el mundo piensa que la permanencia está hecha. Yo también lo creo. Con equipos de tu nivel vas puntuando, pero cuando enfrente está el Madrid, pasa lo que pasa. ¡Que esto se termine ya!