Pepe Mel dejó en casa a Kakuta y Fayçal Fajr. Avisó de que ya no importaban las palabras y solo quedaba sitio para los hechos. Nada sirvió para que el Deportivo reaccionase. Saltó a El Sadar, ante un Osasuna ya descendido, sin actitud ni ganas. Movido tan solo por la inercia. Una postura que abrió el camino a su rival, sin presión y entregado a su afición. Al final, un empate que deja a los blanquiazules a un punto de la permanencia.

Tardó muy poco en llegar el primer golpe. La defensa blanquiazul, con Albentosa en el sitio de Sidnei, se mostró inestable. El nerviosismo llevó a los coruñeses a verse con el 1-0 antes de lo esperado. Tocaba remar a contracorriente. Y fue duro, pero el Dépor lo consiguió. Empató Guilherme antes del descanso e incluso Juanfran, con una vaselina que se estrelló en el larguero, pudo hacer el segundo pero no fue hasta el minuto 70 cuando el brasileño, de nuevo, abrió la puerta de la permanencia. Su doblete hacía sonreír al deportivismo, que intentaba olvidar los continuos errores para centrarse única y exclusivamente en la salvación. Pero el Osasuna aún tenía más que decir. Aunque quizá fueron sus propios fallos los que condenaron al conjunto que dirige Mel, quién dio entrada a Ola John, Carles Gil y Marlos Moreno en busca de un cambio de actitud que nunca llegó.

El Deportivo solo miraba el reloj. Pero no por eso el tiempo pasaba más deprisa, todo lo contrario. Los jugadores blanquiazules no acertaban en los pases, apenas creaban peligro y la agonía de estas últimas jornadas de liga era cada vez más evidente. Tanto fue así que Juanfran erró dentro del área de Lux y metió un gol en propia puerta que suponía el empate definitivo (2-2). Un punto que deja descontenta a una hinchada a la que se le está haciendo larga la temporada y necesita sellar la permanencia ya. Los 700 deportivistas que ocuparon las gradas de El Sadar no encontraron el premio que buscaban. Una recompensa que tendrá que esperar al próximo fin de semana. El primer match ball, desperdiciado. Pero aún quedan otros tres. El siguiente, en Riazor contra el Espanyol. Y con un punto, basta.