El Deportivo afrontará el domingo en Riazor contra el Espanyol otro partido trascendental para confirmar de una vez por todas la permanencia. Un triunfo le garantizaría matemáticamente la continuidad una temporada más en Primera División, pero podría no ser necesario en función de lo que haga el sábado el Sporting en su estadio ante la Unión Deportiva Las Palmas.

Una derrota o un empate de los asturianos ante el conjunto canario certificaría automáticamente la permanencia del Deportivo sin necesidad de aguardar al encuentro del domingo en Riazor.

En sus compromisos más recientes ante el Espanyol, el equipo coruñés sale bien parado porque ha ganado cinco de los siete últimos encuentros que ha disputado ante los pericos en el estadio de Riazor, donde tratará de sellar la permanencia con el apoyo de su público.

El conjunto deportivista buscará igualmente una victoria que le reconcilie con una afición al borde del hartazgo. Un triunfo no solo aseguraría la continuidad en Primera, si no que también maquillaría el sufrimiento acumulado durante las últimas jornadas por la imagen del equipo.

La victoria ha sido, precisamente, el resultado que ha conseguido el Deportivo en doce de los dieciséis últimos partidos ante el Espanyol en Riazor y también en cinco de los siete más recientes.

El conjunto catalán no marca en Riazor desde la temporada 2009-10, en la que los goles de Callejón, Forlín y Joan Verdú le dieron el triunfo (2-3), y solo ha puntuado (0-0) en una de sus cuatro últimas visitas al campo deportivista.

El curso pasado, el Deportivo goleó (3-0) al Espanyol con un tanto de Álvaro en propia meta y un doblete de Lucas Pérez. Ese encuentro estaba enmarcado dentro del ilusionante comienzo de temporada que firmó el conjunto entonces dirigido por Víctor Sánchez del Amo. La visita perica también supuso el regreso del exdeportivista Sergio González como técnico del Espanyol.