La inesperada lesión de Luisinho prácticamente garantizaba la presencia en la alineación del fabrilista Nacho Monsalve, pero no fue él, sino su compañero Edu Expósito el que encontró acomodo en el once titular de Pepe Mel ayer contra el Espanyol por la acumulación de bajas en los deportivistas. Era la apuesta más arriesgada y a la vez la de mayor ambición, porque a pesar de la apariencia el equipo se desplegó a través de un único mediocentro. Guilherme ejercía de ancla y a la vez de primer recurso para sacar la pelota desde la defensa, Borges y el joven del filial se colocaron como interiores dentro de un esquema inédito desde que el madrileño aterrizó en el banquillo.

El experimento sirvió para que el Deportivo dominase en los instantes iniciales, aunque sin profundidad. Había demasiados apoyos, pero muy pocos desmarques. Por ahí empezó a naufragar la apuesta de Mel, que recibiría un primer mazazo a través del error de Arribas en el primer gol. En desventaja tampoco funcionó el planteamiento del técnico porque al equipo empezó a pesarle la ansiedad y prácticamente prescindió de la aportación de Expósito. Estuvo tímido, pero no fueron pocas las ocasiones en las que sus compañeros le orillaron en transiciones fáciles o apoyos claros. Con el segundo tanto del Espanyol, a Mel no le quedó más remedio que rectificar el plan inicial.

El equipo adoptó entonces una versión más cercana a la que ha empleado desde que arrancó el campeonato. Edu dejó su sitio a Carles Gil y se ganó en profundidad y solidez. Borges y Guilherme pasaron al doble pivote, con el valenciano por delante y recorrido para los laterales.

Los jugadores se desplegaron con más naturalidad a través de la participación de Carles Gil partiendo desde la mediapunta, lo que sugiere que incluso con los problemas físicos que le impiden completar un partido se vuelve una pieza imprescindible en cualquiera de los planteamientos que emplee el técnico. En Villarreal no se sabe si estará, lo que probablemente derive en un nuevo experimento por parte de Pepe Mel en un compromiso trascendental de nuevo para los deportivistas.