Carles Gil, sustituido en el tramo final del encuentro, relató los nervios que pasó al final no solo por el desenlace del Villarreal-Deportivo, sino también por el del Athletic-Leganés: "En el banquillo estaba cagado. Sabía que dependíamos de si metía el Athletic o no. Allí en San Mamés el Athletic puede meter gol en cualquier momento. Gracias a Dios estamos salvados. Ahora, a disfrutarlo".