Riazor clausurará mañana (19.00 horas) la temporada del Deportivo en un partido intrascendente contra la Unión Deportiva Las Palmas que sin embargo podría adquirir connotaciones importantes dentro del contexto social del club. La afición despedirá al equipo entre el alivio por la permanencia lograda la semana pasada en Vila-realVila-real y el enfado a raíz de una nueva campaña muy por debajo de las expectativas. Lo hará en el medio de la incertidumbre alrededor de la respuesta de una grada que dio muestras de hartazgo en este tramo final del curso y de los reproches lanzados desde algunos sectores de la parroquia deportivista. El martes fue la Federación de Peñas la que invitó a una profunda reflexión para evitar que se repitan los episodios de esta temporada y ayer fueron los Riazor Blues los que emitieron un duro comunicado contra la directiva y la plantilla.
La histórica agrupación de seguidores cargó contra el consejo de administración y reprochó su actitud a varios jugadores para anunciar que mañana abandonará el estadio como acto de protesta cuando se alcancen los 30 minutos. Hasta entonces permanecerán en silencio.
El anuncio de los Blues Blues se enmarca dentro del ambiente enrarecido que se respira en este final de curso a pesar de alcanzar el objetivo de la salvación. La permanencia, sin embargo, ha dado rienda suelta a las críticas después de un curso en el que el rendimiento del equipo ha quedado por debajo del esperado. Así lo entiende la Federación de PeñasFederación de Peñas, que empleó el término "vergüenza" para resumir lo que han experimentado en diferentes tramos de la temporada. Ese sentimiento lo comparten unos Riazor Blues que ayer censuraron las decisiones de la directiva y también el rendimiento de buena parte de los jugadores.
"No podemos permitir que intenten vender la salvación como un éxito, como si de una heroicidad se tratara con fotos y vídeos propios de ganar campeonatos", manifestaron a través de un comunicado. "Somos muchos los que no queremos que nuestro club siga este camino, queremos volver a sentirnos identificados con el equipo y poder ir todos a una, queremos un club de sentimientos, de afición, no una empresa", añadieron.
Para ello proponen la "destitución" del director deportivo, Richard Barral, o la "dimisión del consejero de esta parcela", Fernando Vidal, al mismo tiempo que apuntan a determinados jugadores. En el comunicado mencionan a Joselu, Fayçal y Andone, pero afean la actitud mostrada por buena parte de la plantilla. Muchos de ellos, un porcentaje alto, posiblemente disputen mañana su último encuentro con la camiseta deportivista. Lo harán en medio de ese ambiente y con la incógnita de cómo responderá el resto del estadio.
Los Riazor Blues invitaron al resto de aficionados a marcharse del campo en el minuto 30 después de un curso en el que la mayor parte de la grada ha dado muestras de una gran paciencia. Los reproches se han limitado a los momentos más delicados (la reciente derrota contra el EspanyolEspanyol) y casi siempre con el encuentro ya finalizado.
