La afición del Deportivo volvió a estar muy por encima del equipo blanquiazul otra temporada más, la 2016-17, en la que demostró su fidelidad incondicional tanto en Riazor como en varios desplazamientos. 424.854 seguidores pasaron por los graderíos del estadio coruñés a lo largo de las 19 jornadas de Liga, lo que da una asistencia media de 22.360 espectadores por encuentro. Unos números ligeramente inferiores a los de la anterior campaña -23.797 de promedio- pero que son igualmente significativos del rotundo respaldo que sustenta al Dépor, tanto en las buenas como en las malas.

Es la "gran suerte" con la que cuentan los jugadores, tal y como expresaron Florin Andone y Fernando Navarro tras el cierre liguero ante Las Palmas. "Tenemos una gran suerte de tener una afición incondicional -afirmó el lateral, el último futbolista blanquiazul en comparecer públicamente esta temporada-. Cada partido son 20.000 personas, vayan como vayan las cosas, y les hemos dado poco este año". "La realidad es que no hemos hecho una buena temporada", recalcó el veterano defensa tras despedir el campeonato con una contundente victoria (3-0) frente al conjunto grancanario.

Autocrítica obligada en una campaña gris en la que el Dépor solo fue capaz de celebrar ocho victorias en Liga, todas en casa salvo la cosechada en Gijón. 26 puntos sumó en A Coruña y solo una decena arañó en sus compromisos a domicilio para un total de 36, una marca muy pobre. Toca trabajar duro desde todos los ámbitos para mejorar en el futuro inmediato y ofrecer un rendimiento muy superior, a la altura de la hinchada.

Es el principal objetivo que se marcan desde la plaza de Pontevedra, empezando por Pepe Mel, el primero en reconocer que el equipo podía haber ofrecido mucho más. Riazor acabó haciendo la ola para festejar la goleada ante Las Palmas pero también expresó su decepción por haber tenido que soportar otra campaña cargada de sufrimiento, como las dos anteriores. "El mensaje de la afición es muy fácil de entender. Quiere que mejoremos las prestaciones porque el Deportivo no está al nivel que se merece. Eso nos tiene que servir de acicate para mejorar e incrementar el trabajo desde todos los estamentos del club para que las cosas salgan mejor", expresó el entrenador madrileño. Sueña con un futuro inmediato "halagüeño" en el que el Dépor no solo se conforme con la permanencia sino que pueda aspirar a otras metas más ambiciosas.

El nuevo proyecto aún está por construir. Quedan muchas dudas por aclarar, numerosas incógnitas que se irán despejando a medida que se acerque el inicio de la competición y se vaya configurando la plantilla definitiva. Entre las pocas certezas que hay a estas alturas, una fundamental, que el equipo seguirá contando con el aliento de una afición fiel e inquebrantable. Más de 22.000 gargantas que nunca fallan ni lo harán para seguir dando lecciones de fidelidad al Dépor.

Los datos globales de Primera y Segunda División, publicados ayer por la Liga de Fútbol Profesional, desvelan también una ligera bajada en la afluencia media a los 42 estadios. Asistieron a los encuentros 13.669.637 aficionados, frente a los 13.936.441 de la temporada anterior, lo que supone un descenso de 266.804 espectadores. Riazor, otro año más, se consolida como uno de los campos con mayores niveles de ocupación de todo el fútbol español.