Cristóbal Parralo decidió ayer repetir equipo con cuatro defensas, tres medios y tres atacantes. En la medular Molina tenía más libertad de movimientos para buscar el balón en zona defensiva y acompañar a los tres jugadores de arriba, fue sin duda fue el futbolista que tuvo más movilidad en la primera parte, mientras que en los de arriba, lo fue Borja Galán, por su profundidad por la banda derecha. De todas formas, el Fabril salió demasiado agarrotado en la primera parte, con un manejo de balón no todo lo preciso ni rápido que pedía el partido, y a lo que nos tenía acostumbrados esta temporada, aunque es cierto que el repliegue intenso que mostraba el Cacereño dificultó su juego. Los extremeños dejaban muy poquitos espacios a la espalda y si alguno de los locales llegaba a esos balones, Jardel no tuvo el día para aprovecharlos. En la segunda mitad, el tempranero gol de Borja Galán hizo que el equipo se tranquilizase y empezase a manejar mejor la pelota, de un lado a otro y sin prisas por llegar a zonas de peligro. La entrada de Borja Domínguez dio más dinamismo al equipo, que seguía sin crear ocasiones claras. Cerca del final hubo algún momento de nerviosismo y los visitantes aprovecharon para crear alguna ocasión clara, que desbarató con mucho reflejos Alex. Ya casi al final Queijeiro, que había suplido a un cansado Molina, marcó un gol que vale un ascenso que todos queríamos y que espero sea un paso al frente del equipo deportivista después de la gran apuesta realizada por la directiva blanquiazul. Quiero dar la enhorabuena al equipo por ese merecido ascenso, con mención especial al cuerpo técnico capitaneado por Cristóbal, por el gran trabajo realizado durante todo el año, a pesar de algunas criticas de los de siempre sino están sus amigos.