El Deportivo apunta al mercado con la obligación, más que nunca este verano, de acertar en las contrataciones. Tal y como anunció el pasado viernes Tino Fernández, la apuesta este año será "más por la calidad que por la cantidad". Por eso no está previsto cubrir los 25 dorsales profesionales. La idea es tramitar 22 licencias como máximo, con la intención de echar mano de algunos fabrilistas que destaquen con el filial en Segunda B, pero también con el propósito de ahorrar en fichas. Es la única fórmula para respetar el límite salarial que, a expensas de cerrar el acuerdo con Hacienda, a día de hoy limita mucho la capacidad de maniobra del club coruñés. Para configurar la plantilla parte de una cantidad similar a la de la temporada pasada, 24 millones de euros, tal y como avanzó LA OPINIÓN en su edición de ayer. Una suma que, si no crece, volvería a situar al Dépor en el vagón de cola de Primera División en cuanto a tope salarial.

En las últimas tres temporadas el equipo coruñés caminó peligrosamente sobre el alambre del descenso y acabó sobreviviendo con bastantes más apuros de los previstos. El ejemplo más reciente es la campaña que acaba de finalizar, en la que el Deportivo evitó una de las tres últimas plazas no por sus propios méritos sino por los continuos pinchazos de los que bajaron: Granada, Osasuna y Sporting de Gijón. Cualquier otro año con un desarrollo de la competición más o menos normal, el equipo coruñés estaría condenado al infierno de Segunda. Por eso el objetivo prioritario es acertar con los fichajes para equilibrar la plantilla. Sin alardes, pero con mimbres suficientes y de un nivel adecuado para poder navegar en aguas tranquilas, sin tener que sufrir otro calvario para acabar renovando el billete en la máxima categoría del fútbol español.

Dos planes

La pasada campaña el Dépor acabó decimosexto en la clasificación, justo el lugar que le correspondía en cuanto a límite salarial. Las Palmas, Eibar, Sporting y Osasuna -los dos últimos, descendidos- fueron los únicos con unos recursos económicos inferiores a los del club coruñés para confeccionar sus respectivas plantillas. Este año, con otros 24 millones, el Deportivo incluso podría bajar algún escalón más en ese ranking financiero de salarios. Ese es el "plan A" del que habló públicamente el presidente blanquiazul el pasado viernes, un escenario con una cantidad similar a la del curso pasado, pendiente de ampliar en función de los ingresos que obtenga la entidad; y luego estaría el "plan B", vinculado a que llegue a buen puerto el acuerdo con Hacienda, para permitir una subida sensible de ese límite inicial de 24 millones. En cualquier caso, el club orienta su planificación con la convicción de que no tiene margen de error, obligado a incorporar futbolistas que garanticen rendimiento inmediato y no apuestas del estilo de Marlos Moreno. De momento, la capacidad de maniobra del Dépor en el mercado es escasa con esos 24 millones, y más teniendo en cuenta que la parte de esa suma destinada a los salarios del Fabril aumenta con el filial en Segunda B.