Borja Valle vivió en primera persona solo la mitad de la pasada temporada del Deportivo. No fue ajeno a los sufrimientos hasta el diciembre fantástico y luego vivió en la distancia la agonía para lograr una salvación devaluada por el escaso nivel de Osasuna, Granada y Sporting. A pesar de las dificultades y los reveses, el berciano tiene mucha confianza en sus compañeros: "El año pasado el club hizo un esfuerzo y trajo a futbolistas de nivel, pero esto es fútbol y a veces pasa. Hay buenos cimientos: un gran vestuario y un bloque fuerte. La base ya está. Ahora la labor del club es contratar gente que venga a sumar para seguir creciendo".

A la secretaría técnica le toca hacer apuestas, como en su día se fijaron en él. El extremo, ahora lateral, no olvida los gestos de haberlo ficharlo y de haberlo renovado justo antes de su cesión al Elche. "El sueño de todo futbolista es ser de Primera División. Ya lo dije hace tiempo: el Dépor me dio la oportunidad de cumplirlo, de seguir avanzando y de experimentar cosas que jamás había vivido. Estoy muy agradecido. Y encima me ampliaron el contrato en el mercado de invierno. Fue un voto de confianza de todos hacia mí. Solo tengo palabras buenas para el club. Por mi parte solo queda entrenarme bien y rendir al nivel más alto nivel posible".