Álex Bergantiños hace un paréntesis en su etapa en el Deportivo desde el convencimiento de que una cesión es lo más conveniente para todos en estos momentos. "Ahora mismo soy más útil saliendo", declaró el canterano blanquiazul, estandarte del primer equipo en las últimas seis temporadas. Por la mañana se ejercitó por última vez en Abegondo junto a sus ya excompañeros, que lo despidieron con una sonora ovación sobre el césped a la conclusión del entrenamiento, y por la tarde regresó a la ciudad deportiva para firmar su ampliación contractual con el Dépor hasta 2019 y despedirse públicamente acompañado, entre otros, de Tino Fernández. De noche viajó con su mujer y su hija a Gijón, donde jugará esta temporada a préstamo, con opción de una segunda adicional. Así quedó plasmado en su contrato con el Sporting, que incluye una serie de condiciones marcadas en caso de que el jugador o el club asturiano quisieran prolongar esa vinculación, inicialmente de un solo año de duración.

Lo que es seguro es que los caminos de Álex y del Dépor volverán a coincidir a la fuerza. "Prácticamente puedo asegurar que va a estar en el Deportivo mucho más tiempo que yo", afirmó sonriente el máximo dirigente del club, que resaltó los "valores" que encarna el de la Sagrada Familia. Cambia momentáneamente las franjas azules por las rojas en su camiseta, aunque su corazón es y seguirá siendo siempre blanquiazul. Porque Álex no es un futbolista más que sale del Dépor. Se trata de un jugador ejemplar, un modelo a seguir por su comportamiento exquisito dentro y fuera del campo. Por eso es tan querido por la afición, por su honradez, por su humildad, por su entrega y por haberlo dado absolutamente todo por el club de su vida.

"Para mí no es un momento agradable porque siempre quieres estar en el equipo que me lo ha dado todo -reconoció el coruñés- pero ahora mismo creo que soy más útil saliendo. Hay una gran plantilla, el equipo está creciendo, en mi posición hay cuatro jugadores espectaculares, y es mejor dar un paso a un lado. Nos conviene a todas las partes. Luego, veremos lo que depara el futuro".

Tenía varias propuestas, pero la del Sporting es "la mejor opción". "Voy con toda la ilusión del mundo a competir en Segunda. Allí me dan la oportunidad de ser alguien importante", explica Álex, a quien Pepe Mel le "dejó claro que iba a tener muy pocas opciones". "Tampoco quiero molestar. Hay que ser conscientes de la situación de cada uno. Nadie me ha empujado a salir y no creo que fuera un incordio pero me refiero al sentimiento de utilidad. Soy jugador, me gusta competir. Es lo mejor para todos. En ningún momento ni Pepe (Mel) ni el club me han empujado a tomar esta decisión. Es una decisión mía", recalcó el coruñés.

En la memoria de los aficionados permanecerán para siempre grabados muchos episodios protagonizados por el de la Sagrada Familia. Por ejemplo, su emotivo abrazo en el Camp Nou con su paisano Lucas Pérez tras sus goles que sirvieron para empatar en 2015. Una escena cargada de orgullo koruño, ahora debilitado dentro del vestuario tras la salida de Álex. El meta Rubén Martínez, natural de Coristanco, reconoce que el adiós del capitán "no deja de tener su parte triste" porque se va "gente formada aquí que lleva muchos años". "Esto es fútbol. Hay que adaptarse. No tiene por qué ser problemático. Siempre es bueno conocer el club y el sentimiento, pero hay gente de fuera igual de implicada que los de casa", resumió el guardameta, cuyo deseo es quedarse en el Dépor y cumplir el año de contrato que le queda.

MUY ARROPADO EN SU DESPEDIDA

Álex Bergantiños estuvo muy arropado en su despedida. Además del presidente, Tino Fernández, estuvieron presentes en la sala de prensa de Abegondo, entre otros, el consejero Daniel Ramos; el director deportivo, Richard Barral; el secretario técnico, Ernesto Bello; el delegado, Juan Ángel Barros; el preparador físico, José Ángel Franganillo; el masajista Juan Hermida; y los futbolistas Fede Cartabia, Raúl Albentosa, Saúl García, Juanfran Moreno y Pedro Mosquera. Tino señaló que le hubiera gustado asistir también a la despedida de Laure, pero que no pudo por motivos de agenda.